lunes, 20 de febrero de 2012

Los origenes del pensamiento

Las primeras civilizaciones surgen en China y en los valles de los ríos Eúfrates, Tigris, Indo y Nilo. Los que resultan más asequibles y conocidos (sobre todo por los historiadores griegos y por las excavaciones arqueológicas del presente) son los egipcios y babilonios.
La base más segura para el origen de la ciencia en su aspecto práctico (tecnológico) se encuentra en la coordinación y estandarización de los conocimientos del sentido común y de la industria. Podemos localizar esa estandarización en los edictos de los gobernantes babilonios (2500 a. C.) cuando al notar lo relevante de poseer unos patrones (unidades) de medida fijos, la autoridad estableció las unidades oficiales de longitud (un dedo = 1,65 cm.; píe; pértica; cuerda, legua), peso(un grano = 0,0046 g; shekel; talento) y capacidad.
Las matemáticas necesarias para la demostración de estas unidades habían llegado de la sumeria no-semita (se han hallado tablillas de multiplicar y con los cuadrados y los cubos). Los comienzos de la geometría también prueban el nacimiento de una ciencia a partir de las necesidades y técnicas de la vida diaria (agrimensura, partición de los terrenos). Sin embargo, los conocimientos reales ("científicos") estaban enmarañados inextricablemente con concepciones mágicas, y así pasaron a occidente: números con virtudes mágicas, diagramas geométricos capaces de predecir el futuro...).
También comenzó en Babilonia la sistematización del tiempo (el cultivo de cereales requiere un tratamiento adecuado en cada estación) lo que implicaba la elaboración de calendarios y almanaques. Fruto de estas necesidades (espacio temporales) de la agricultura comenzaron la geometría, como ya mencionamos, y la astronomía planetaria: primero la unidad diaria; después el mes (cada luna nueva); más tarde se determina el nº de meses correspondientes al ciclo de las estaciones. Hacia el año 2000 a.C. había quedado establecido el año babilónico en 360 días repartidos en doce meses. Además:
Se dividió el día en horas, minutos y segundos (reloj de sol). A cada día de la semana se le dio el nombre de un planeta conocido. Se trazó el recorrido del Sol a través del espacio en doce divisiones correspondientes a los doce meses y a cada una de ellas se le dio el nombre de deidades o animales míticos: Aries, Cáncer o Escorpión.
Mediante observaciones y anotando en estas tablillas fueron gradualmente constatando la periodicidad de estos fenómenos astronómicos hasta que (según un documento del siglo VI a.C.) pudieron calcular con anticipación las posiciones del Sol y de la Luna y de los eclipses.
Se puede decir que en el origen (y entretejidos con ella) de la astronomía científica que se desarrolla en las escuelas de Uruk, Sippar y Babilonia, se encuentran diversos métodos de adivinación astrológica sostenidos por la primitiva creencia de que "lo que está arriba mueve a lo que está abajo" {1}. Llegaron a pensar en predecir el futuro matemáticamente, geométricamente, por la regularidad en la posición de los astros.
Egipto:
En Egipto, los poderes divinos eran en su mayoría amigos y velaban por el hombre, dispuestos a guiarlos en la vida y en la muerte.
Esta civilización, alcanzó un nivel adelantado ya en tiempos remotísimos: Rueda y barco de vela, peso, telar, almanaque anual, alcanzando su esplendor allá por el 1500 a.C. Pero la mente humana no había aún imaginado la posibilidad de que el hombre fuese adquiriendo lenta y gradualmente los conocimientos por sí mismo: era preciso una intervención divina. Los egipcios, igual que los babilonios atribuyeron a revelación de los dioses el origen de todos los conocimientos.
En Aritmética: los egipcios estaban al nivel de los caldeos, contaban siguiendo una numeración decimal.
En Geometría: Desde fecha muy remota los agrimensores o "tiradores de cuerda" medían los terrenos con cuerdas y anotaban los resultados. El documento más antiguo es un papiro escrito entre 1800-1600 a. C. en el que se dan reglas para medir, multiplicaciones a base de sumas repetidas y detalles sobre cantidades fraccionarias.
En Astronomía: No alcanzaron tan alto grado de desarrollo como los caldeos. Los egipcios identificaron las constelaciones con las divinidades de su mitología{2} .
En Medicina: Eran superiores a los caldeos. Los informes provienen del papiro Ebers que se remonta al 2000 a. C. Babilonia no tenía escuelas de medicina: todas las enfermedades se trataban con hechicería y exorcismo. Los egipcios también usaban hechizos, pero su medicina era más racional y especializada. La práctica de embalsamar a los muertos los obligaba a adquirir conocimientos de anatomía. Comenzó la cirugía. Había médicos, formados en escuelas sacerdotales, especialistas en huesos, oculistas, exorcistas... Llevaron a gran perfección la administración de drogas y esencias adquiriendo esos remedios egipcios fama mundial. La medicina egipcia se extendió hasta Grecia, vía Creta, Alejandría.

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