lunes, 16 de abril de 2012

Las tumbas egipcias

Período predinástico


Durante la extensa historia de la civilización egipcia, el tipo de tumba empleada para el enterramiento del difunto así como el ajuar funerario asociado, fueron cambiando. Antes de que se iniciara la época dinástica egipcia, es decir, antes de que reinaran los primeros faraones sobre la totalidad de Egipto hacia el año 3100 a.C., ya se observa un progresivo enriquecimiento en la arquitectura de las tumbas y en su ajuar.

Si nos remontamos a las fases más antiguas del neolítico egipcio, las culturas de Fayum A y Merimde en la región del Bajo Egipto, y la cultura de Badari en el Alto Egipto, que abarca prácticamente todo el V milenio a.C.  presentan unas necrópolis relativamente similares, son tumbas simples consistentes en una fosa en la que el difunto era colocado en posición fetal, acompañado por unos pocos objetos de ajuar, principalmente recipientes de cerámica.

Según transcurre el IV milenio a.C. las tumbas cada vez se hacen más complejas y se aprecia perfectamente una diferenciación social, pues algunas de ellas son muy pobres en ajuar funerario y técnica constructiva y otras poseen un gran número de enseres asociados. Esta evolución se puede apreciar comparando los enterramientos típicos de los tres períodos predinásticos principales del IV milenio a.C. (Naqada I, Naqada II y Naqada III)

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