martes, 28 de agosto de 2012

Los Egipcios , tierra de dioses


El Antiguo Egipto fue una civilización que se originó a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo, y que alcanza tres épocas de esplendor faraónico en los periodos denominados: Imperio Antiguo, Imperio Medio, e Imperio Nuevo. Alcanzaba desde el delta del Nilo en el norte, hasta Elefantina, en la primera catarata del Nilo, en el sur, llegando a tener influencia desde el Éufrates hasta Jebel Barkal, en la cuarta catarata del Nilo, en épocas de máxima expansión. Su territorio también abarcó, en distintos periodos, el desierto oriental y la línea costera del mar Rojo, la península del Sinaí, y un gran territorio occidental dominando los dispersos oasis. Históricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte respectivamente. (Véase: Kemet)
 Pirámide de Jafra y la Gran Esfinge de Giza.
La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3000 años. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo, alrededor de 3150 a. C., y se da convencionalmente por terminado en 31 a. C., cuando el imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como estado. Este acontecimiento no representó el primer período de dominación extranjera, pero fue el que condujo a una transformación gradual en la vida política y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su cultura. Su identidad cultural había comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia (siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la época de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.
Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en África nororiental y confinada por Libia, Sudán, el mar Rojo y el mar Mediterráneo. El Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia: el légamo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar más tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.
La vida se ordenaba entorno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, así como en un cuidado control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo de la irrigación del fértil valle del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desérticas circundantes, la organización de proyectos colectivos, el comercio con las regiones vecinas de África del este y central y con las del mediterráneo oriental y finalmente, por empresas militares que mantuvieron una hegemonía imperial y la dominación territorial de civilizaciones vecinas en diversos períodos. La motivación y la organización de estas actividades dependía de una élite sociopolítica y económica que alcanzó consenso social por medio de un sistema basado en creencias religiosas, bajo la dirección del Faraón un personaje semi-divino, generalmente masculino, perteneciente a una sucesión de dinastías, no siempre del mismo linaje.
 Egipto en la historia
Hacia el año 3100 a. De J.C. Egipto se unió bajo la autoridad de un gobernante único, a quien una tradición posterior llamó Menes. En lo sucesivo y durante casi 3.000 años, en contraste con los otros países del Cercano Oriente gozó de una notable estabilidad. Sus instituciones políticas y su cultura prácticamente no variaron hasta que, a finales del siglo IV a. de J.C., el país se convirtió en una monarquía helenística gobernada por reyes de origen macedonio (los Ptolomeos).
El legendario rey Menes ocupó el trono como rey del Alto y Bajo Egipto. Junto con la unificación de Egipto, aquel acto fundacional había traído también la escritura, el arte, la agricultura y las técnicas artesanales. Naturalmente, tales procesos fueron mucho más lentos de lo que supone ese mito; en particular, la unificación política fue el resultado final de largas luchas para imponer un poder central sobre el particularismo de las comunidades locales, cuya última fase fue la unión del Alto y del Bajo Egipto (o sea, del valle y del delta del Nilo).

 La organizacióndel Estado
Los periodos de gran centralización del poder monárquico alternaron con etapas de descentralización, en las que se fortalecieron los funcionarios provinciales.
Entre el 1450 a.C. y el 1350 a.C., aproximadamente, Egipto extendió sus fronteras hasta Siria y Palestina, transformándose en imperio. La decadencia sobrevino alrededor del 1050 a.C.
 La sociedad
El faraón, considerado un dios, concentraba en su persona la máxima autoridad política, administrativa, militar y religiosa. El grueso de la población egipcia vivía en aldeas, dedicadas al cultivo de la tierra.
 La economía
Se basaba en la agricultura, estrechamente relacionada con el régimen de crecidas del Nilo y con las tareas de irrigación. El faraón y sus funcionarios controlaban el comercio, que conectaba a los egipcios  con Nubia, Creta y el Cercano Oriente.
 La religión
Existía un culto oficial. Tenía enorme importancia la religión funeraria, ya que los egipcios creían que había otra vida después de la muerte.
 El arte
Las representaciones artísticas, en todos sus aspectos, se relacionaban con los dioses, el faraón y sus funcionarios. Los monumentos característicos fueron los templos y las tumbas.

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