sábado, 31 de enero de 2015

¿Por Qué Levantaron Los Egipcios Las Pirámides?


e todos los monumentos de piedra conocidos en el mundo, son las pirámides los que han causado desde siempre mayor admiración e interés, en especial la atribuida al faraón Keops, que suele recibir el nombre de Gran Pirámide. Pero así como se han dedicado a estas construcciones elogios de toda clase, tampoco han faltado los personajes, de todos los tiempos, que han querido ver en ellas un ejemplo de la vanidad de los hombres.
 

Opiniones Muy Discutibles, Llegadas Del Pasado

La Gran Pirámide de Keops. Todos los historiadores, arqueólogos y egiptolólogos, entre otros, se han hecho la misma pregunta: ¿Por qué levantarón los egipcios las pirámides y con qué finalidad?. ¿Acaso no fueron ellos quien las construyeron, y simplemente se dedicaron a decorarlas con sus relieves y jeroglíficos? 
En los inicios de la era cristiana, el romano Plinio el Viejo, ese mismo imprudente sabio que se aproximó demasiado al Vesubio en erupción y no vivió para contar su temeraria experiencia, decía que las pirámides fueron loca ostentación de unos reyes vanidosos, sin caer en la cuenta de que faraones poderosos como Ramsés II o Amenofis III, bajo cuyo reinado surgieron las estatuas de veinte metros de Abu-Simbel y los colosos de Mennón, que debieron ser tan vanidosos o más que los otros, jamás tuvieron su pirámide personal.

Otro sabio que se metió con las pirámides fue el historiador Flavio Josefo (37-95 d.C.), quien escribió obras tan importantes como Antigüedades judaicas yLas guerras de los judíos y que, al aludir en algún momento de su existencia a las presuntas tumbas faraónicas, declaró que eran construcciones tan gigantescas como inútiles.

¿Conocía Flavio Josefo -quien era judío, como el lector habrá adivinado al instante- cuál fue la verdadera utilidad de las pirámides? ¿Creía que sirvieron de tumba a los faraones, como se viene repitiendo desde hace cientos y miles de años, o tenían otra utilidad? Para los judíos, la palabra pirámide procedía de otra de origen hebreo que quería decir trigo, y la aplicaban a los enormes graneros de piedra utilizados por José para conservar las cosechas y lucirse ante el faraón en los años de hambre.

Pero Flavio Josefo no era ningún tonto. Sabía muy bien que las pirámides eran muy anteriores al arribo de José a Egipto y que jamás pudieron ser depósitos de granos, por esta sencilla razón: penetrar los hombres cargados con costales de trigo, que debían pesar lo suyo, a través de los angostos pasajes, sin aire casi para respirar, hasta llegar a una sala de reducidas dimensiones, ¿acaso no debió parecer al historiador judío la tarea más absurda del mundo, además que debió ser un trabajo de los mil diablos?

No hay duda de que Flavio Josefo no sintió jamás gran aprecio por las monumentales pirámides ni por nada que oliese a egipcio. Después de todo era judío. Pero los griegos no opinaban igual. Cuando Herodoto se presentó ante la Gran Pirámide quedó maravillado, tanto que creyó con los ojos cerrados las exageraciones que le contaron los sacerdotes egipcios. Los romanos pusieron también los ojos cuadrados al contemplar las pirámides, así como los viajeros árabes y otros visitantes de Oriente llegados a Egipto a partir del triunfo de Alá. Estaban seguros de que sólo unos magos pudieron levantar aquellos monumentos increíbles.
También los turistas europeos de la Edad Media que se aproximaron a las pirámides abrieron la boca de asombro, pero eran tan pocos ellos y tan incultos los europeos de aquellos tiempos que nadie creyó en sus frases de elogio. Hubo que esperar el arribo del ejército napoleónico, en julio de 1798, a los ocultistas que les siguieron y a los egiptólogos que arribaron pisándoles los talones, para que se comenzara a dudar de cuanto dijeron Plinio, Flavio Josefo y los demás.

Algo debían poseer las pirámides, además de su innegable majestuosidad, se dijeron, para entusiasmar a quienes las contemplaban. Y comenzaron a estudiarlas con ahinco, para averiguar para qué sirvieron. Y así se ha seguido hasta la fecha.

Lo Primero Era Conocer Su Etimología

Dios Ra: dios creador y personificación del Sol. Suele aparecer como un hombre con cabeza de halcón o de toro y también tocado por el disco solar.
La toponimia es la ciencia de descubrir el sentido de una palabra, casi siempre lugar geográfico, a partir del nombre que tiene en la actualidad y comparándolo con el que tuvo en otros tiempos.

Esto quiso hacerse con el origen de la palabra pirámide, sin saber si era de origen egipcio, judío, griego o muy anterior, perteneciente tal vez a una lengua que ya no existe. Por culpa de este desconocimiento se ha querido dar varios significados a la palabra.

Recuérdese que una misma palabra cambia al pasar de un pueblo a otro que lo domina. Cuando a Herodoto le dijeron que la Gran Pirámide fue construida por el faraón Khufu, se le hizo sencillo darle el nombre de Keops, porque resultaba más familiar a sus oídos. De igual manera, cuando los españoles escucharon en Tenochtitlan el nombre considerado bárbaro por ellos de Huichilipochtli, consideraron que resultaría más grato si lo llamaban Huichilobos.

Algunos autores han querido ver la relación 3.1416 en el nombre de la pirámide, recordando que la suma de los cuatro lados de la base dividida por la mitad de la altura es aproximadamente igual a pi. La siguiente partícula, que es ra, coincide según ellos con el Ra, o dios solar, tan respetado por los egipcios, y vienen así a confirmar que la Gran Pirámide fue un templo dedicado al culto solar, entre otras cosas.

¿Es ésta la versión más apegada a la verdad? No, exclaman otros autores, convencidos de que esta palabra se inicia con el término griego pyr, que significa fuego. Surgen entonces dos alternativas: una, que la pirámide tiene forma de llama, explicación que se antoja ridícula para quienes pretenden aproximarse a la verdad. Declaran éstos que el fuego de la pirámide no está en su forma, sino que ese fuego arde en su interior. Y en apoyo de sus palabras dicen que los griegos habían oído hablar de ciertas propiedades de las pirámides, sin saber exactamente en qué consistían, y que por esta razón les dieron este nombre, sin comprobar si procedían correctamente.

El Francés Que Descubrió Un Misterioso Poder

Se han realizado experimentos con modelos a escala de la Gran Pirámide de Keops, introduciendo alimentos en su interior, los cuales se secaron rápidamente en vez de pudrirse. También se ha experiemntado con cuchillas de afeitar gastadas, las cuales volvieron a estar afiladas tras permanecer dentro de la pirámide.
Los libros que se ocupan de describir a la majestuosa Gran Pirámide jamás se molestan en aludir a la visita que cierto francés llamado Antonio Bovis le hizo a comienzos del presente siglo, mucho menos al descubrimiento que realizó en la llamada Cámara del Rey, del cual obtendría muy jugosos beneficios económicos medio siglo después un ingeniero checoslovaco cuyo nombre era Karol Drbal.

Este monsieur Bovis recorrió la Gran Pirámide de un extremo al otro, se internó por los largos corredores, anduvo por la Gran Galería y llegó finalmente a la Cámara del Rey. Y entonces se encontró con algo que lo dejó intrigado. En el suelo de piedra de la cámara estaban tirados los cuerpos sin vida de ratas, insectos y de algún gato que entró por error donde no debía y murió de pánico y de hambre, al no encontrar la salida.

Pero lo más extraordinario del hallazgo era que todos los animales estaban completa y absolutamente deshidratados, convertidos en auténticas momias. ¿Era el aire seco del desierto, que con gran dificultad alcanzaba hasta el interior de la pirámide, el culpable del curioso fenómeno? ¿Se debía a una desconocida propiedad de la construcción, que sería bueno investigar?

Bovis regresó a su patria y fabricó un modelo a escala de la Gran Pirámide, de madera, y la orientó de acuerdo con el eje magnético del planeta, como había leído que se encuentra la construcción. A continuación fue en busca del primer voluntario para realizar una prueba. Quiso la mala . suerte que pasara un gato cerca, que fue sacrificado en aras de la ciencia e introducido en el interior de la pirámide casera, sobre una pequeña plataforma situada a dos tercios de la punta superior. Y se dispuso a esperar. ¿Se pudriría el gato? ¿Le sucedería lo mismo que a los animales hallados en la Gran Pirámide egipcia?

Sucedió entonces algo que parecía desafiar a las leyes biológicas, a las leyes físicas y hasta a las del sentido común: a pesar de que monsieur Bovis vivía en una población húmeda y fría, tan diferente de la atmósfera seca del desierto egipcio, el gato se convirtió en cosa de días en una momia perfecta. ¡La pirámide a escala funcionaba!

Envió el científico aficionado un informe a los periódicos y a la Academia de Ciencias de París, contando lo sucedido, muy ufano por el descubrimiento que acababa de realizar. Pero, al igual que sucede cada vez que un ser humano tiene una idea brillante o inventa algo que se sale de lo cotidiano, los científicos y los periodistas tildaron a Bovis de loco y estúpido y le aconsejaron dejar estas cosas a quienes sí sabían de ellas. Así que monsieur Bovis, que no deseaba enojarse, tiró la pirámide de juguete a la basura, con todo y la inocente momia gatuna, y decidió olvidarse del asusnto. Y el asunto quedó durmiendo el sueño de los justos hasta el año 1949.

Comienzan A Mercantilizarse Las Pirámides

Nueve años antes, los norteamericanos Veme L. Cameron y Ralph Bergstresser habían realizado experiencias con piramiditas e incluso escribieron un libro que nadie compró, pero el checo Karol Drbal leyó en 1949 alguna referencia a la pirámide del francés y quiso repetir la curiosa experiencia. No le importaba el qué dirán si a cambio de esto lograba divertirse con el aparatito. Pero no se limitó a introducir animalitos muertos en el modelo que fabricó.
Hizo la prueba con un dedo lastimado, para ver qué sucedÍa, repitió el experimento, con hojas de plantas, huevos frescos, pedazos de carne y fruta. Y también, quién sabe por qué razón, repitió la experiencia con hojas de afeitar usadas.

Obtuvo resultados increíbles. Que secasen las heridas del cuerpo o que se momificasen los animales muertos, era algo que había esperado, pero ¿cómo era posible explicar lo que sucedió con las hojas de acero?

Construyó la primera pirámide en serio, que tituló Pirámide afiladora de hojas de afeitar, y fue a presentarla en la oficina de patentes. Se rieron de él. No se desalentó y siguió insistiendo, hasta que en 1959 accedió a realizar con la pirámide una experiencia el jefe de la oficina y quedó tan convencido que dieron al invento el número de patente 91.304.

Drbal se puso a fabricar pirámides a escala, de 15 centímetros de altura, pero de diferentes materiales -madera, cartón o plástico-, hasta que finalmente utilizó la espuma de poliestireno.

Comenzó a ganar dinero con los objetos curalotodo, que no tardaron en ponerse de moda en Europa y muy pronto cruzaron el mar para enseñar a los norteamericanos lo que debe hacerse cuando se corta alguien un dedo o en otras ocasiones igualmente importantes. Entre otras cosas, se descubrió que las pirámides de juguete arreglaba los relojes descompuestos y devolvía el vigor perdido a los importantes.

Por su parte, los ocultistas añadieron otra propiedad de la pirámide: se escribe un deseo en un papel, se introduce en la pirámide encontrándose orientada de norte a sur, y no tardará en ser concedido el deseo.

¿En Qué Consiste El Secreto De La Energía Piramidal?

El poder de la pirámide puede ser concentrado dentro de un marco de forma apropiada, según afirman algunos.
Los fabricantes de hojas de afeitar aconsejan no pasar un trapo, ni siquiera limpio, por el filo, sino lavar la hoja bajo un simple chorro de agua. Esto es debido a la estructura cristalina del filo. Una acción brusca puede eliminar los cristales y dejar inservible la hoja.

Los cristales son como seres vivientes, puesto que crecen y se reproducen por sí solos. Algunos cristales, como los del cuarzo, poseen la propiedad de emitir débiles corrientes eléctricas al ser estrujados, como si fuera una protesta contra el mal trato. En cuanto a la hoja de afeitar, desaparece una buena parte de sus cristales al ser usada. En teoría, hay razones para suponer que al paso del tiempo estos cristales llegarán a reponerse, si la hoja no se oxida antes. Pero sucede que al colocar la hoja en el interior de la pirámide, por pequeña que sea, el fenómeno se acelera. ¿Cómo explicar este aparente milagro?

Sabemos que el Sol envía sus rayos luminosos en todas direcciones y que al chocar contra objetos como la Luna, esa luz del sol se polariza y comienza a vibrar en una sola dirección. Esta luz polarizada es susceptible de destruir el filo de una hoja de afeitar expuesta a la luz de la luna, pero no explica el efecto contrario, tal como se produce dentro de la pirámide. ¿Acaso la Gran Pirámide y sus imitaciones de bolsillo actúan como lentes capaces de recoger la energía cósmica, o como catalizadores que aceleran el crecimiento de los cristales?

Otro checo que deseaba también descubrir una propiedad maravillosa y enriquecerse al mismo tiempo, un tal Robert Pavlita, desarrolló poco más tarde el llamado generador psicotrónico, una máquina supuestamente capaz de almacenar energía originada en la mente humana. Cuando una persona se concentra en algunos puntos del generador, atrae éste energía no magnética y se mueven entonces los pequeños motores que funcionan en el vacío, además de purificarse el agua contaminada y acelerar las plantas su crecimiento. Este señor Pavlita afirma que su máquina puede leer la mente, controlar los pensamientos, predecir el futuro y comunicarse con entidades de otros planos de la existencia.

Lo más curioso de esta máquina psicotrónica es que no la inventó Pavlita. Confiesa que halló el principio en viejos manuscritos que existen en la Biblioteca de Praga: tratados de magia negra basada en una tecnología ocultista desarrollada por una civilización anterior a la egipcia y a la sumeria.

Quién sabe si el invento de este segundo checo pueda tomarse en serio, pero es indudable que el hallazgo de Drbal está inspirado en misteriosas fuerzas que el ser humano todavía desconoce.

¿Existía Un Secreto Para Liberar La Energía?

Imagen ampliable con detalles
Planos de las pirámides de Kefrén y Mikherinos. Se pueden apreciar las distintas cámaras y corredores que poseen estas dos pirámides de la Meseta de Gizeh.
¿Engendra la geometría tan especial de la pirámide un campo magnético en su interior, en combinación con las fuerzas telúricas? La verdad es que se ignora cómo opera este fenómeno, que tal vez conocían los antiguos egipcios. ¿Descubrieron esta fuerza accidentalmente y decidieron utilizarla en su provecho? ¿Existió una raza supercivilizada que conocía el secreto de la energía piramidal y se lo enseñó a sus discípulos, los sacerdotes egipcios?

La ciencia comienza a cambiar. Algunos sabios de mente más abierta se apartan ya del dogma absurdo que los ha mantenido sumergidos en el fácil conformismo y comienzan a interesarse en los misterios que acompañan al hombre. Están estudiando las características físicas y geométricas de las pirámides en general, seguros de que ocultan grandes cosas. Hacen caso omiso de lo tradicional y de las leyes establecidas y buscan una función física posible de la forma piramidal.

Están ahora seguros de que, por su forma terminada en punta, las pirámides acumulan la energía cósmica, las vibraciones magnéticas y las ondas energéticas desconocidas. Es decir, que las pirámides actúan como condensadores, como cristales polarizados de aumento de ciertas manifestaciones de la energía. Aceleran la velocidad y la intensidad de las ondas telúricas procedentes de las capas freáticas sobre las cuales levantaron los antiguos estas construcciones, creando en su interior un vacío biológico que es capaz de provocar cambios en la materia orgánica.

No hay duda de que si los egipcios, los mayas, chinos, olmecas, babilónicos y toltecas construyeron las pirámides cerca del agua o sobre mantos acuíferos, era porque conocían el secreto de la liberación de inmensas cantidades de energía. Conocían también las alteraciones del campo magnético terrestre y su intensidad, y por esta razón acondicionaron las pirámides en lugares donde, según habían descubierto, era más intensa la influencia cósmica. Y estos lugares se encuentran en una angosta faja, a la altura del Trópico de Cáncer.

La Tierra está sometida a una interacción electromagnética y radiactiva con los otros planetas de nuestro sistema solar, que influyen decisivamente en la vida orgánica. El campo magnético intercepta a las radiaciones cósmicas, y las partículas procedentes del cosmos describen trayectorias que se orientan de acuerdo con las líneas del campo magnético. Esto tampoco lo ignoraban los egipcios -o sus maestros-, quienes consideraban además que el Sol tiene mucho que ver con este fenómeno. Con justa razón lo consideraban sagrado. Y sabían igualmente los egipcios que las manchas y las tormentas solares influyen en los seres humanos y en la vida que los rodea.

Lástima que estos fenómenos fuesen olvidados a partir de la caída de Roma, cuando se abatieron sobre el mundo las tinieblas de la Edad Media y sólo algunos sabios solitarios, como los alquimistas, siguieron estudiándolos, gracias en parte a los viejos documentos que lograron rescatar.

Fue la intervención de Antonio Bovis la que impulsaría más tarde el estudio de las pirámides. Se han comenzado a estudiar las propiedades de las pirámides y que influyen no sólo en la materia, sino también en la mente. Los enfermos atendidos en salas de forma piramidal mejoran antes, tanto del cuerpo como del espíritu.

¿Resucitarán Algún Día Los Faraones?

Momia del faraón Ramses III. Los sacerdotes egipcios momificaban a los difuntos con la intención de que algún día resucitarían.
Los sacerdotes de las primeras dinastías egipcias anteriores a los conocidas no eran ajenos a las propiedades de las pirámides. Las utilizaron en beneficio de los faraones muertos, para que se conservasen eternamente, convertidos en momias deshidratadas, como si fuesen ciruelas pasas o carne seca, que recobran parte de sus propiedades al humedecerse.

¿Con qué objeto realizaban los sacerdotes esta cuidadosa operación, que dejaba al faraón listo para desafiar al tiempo? ¿Pensaban acaso que los faraones resucitarían algún día, o estaban seguros de que así sucedería?

A cualquiera de nosotros nos parecerá esta posibilidad sumamente aventurada, por no decir absurda, y sin embargo aceptamos en la actualidad los beneficios de la criogenia. En algunos países de América y de Europa existen sociedades criogénicas, que se dedican a conservar a muy baja temperatura los cadáveres de seres que murieron con la esperanza de ser resucitados en el futuro, cuando se descubra el remedio para el mal incurable que los condujo, irremediablemente a la tumba.

Científicos soviéticos han logrado congelar durante un corto tiempo vísceras de animales que volvieron más tarde a la vida. De igual manera se utiliza el frío para conservar el esperma de los sementales y aplicarlo en la fecundación artificial. En consecuencia, no hay por qué no aceptar la posibilidad de que algún día pueda realizarse la misma operación con un cuerpo humano entero.

Tal vez para este fin sirvieron las pirámides. Parece tema para una novela de ciencia ficción y sin embargo los científicos han contemplado el problema con mucha atención. En 1951, la bióloga soviética Olga Lepichinskaya había afirmado ya que las células del organismo pueden ser reconstruidas, en teoría. Más tarde, el Dr. Elof Carlsson, de la Universidad de California, añadiría que, también en teoría, es posible reconstruir una momia, aunque haya permanecido muerta durante miles de años.

Para ello, sería preciso retirar un gen del tejido modificado y obtener del mismo las moléculas de ADN necesarias para reestablecer el código genético del individuo en cuestión. Se extraería a continuación el núcleo de una célula fértil de un ser humano cualquiera, que sería sustituida por el núcleo obtenido a partir del tejido momificado. La operación parece una locura, por supuesto, pero los biólogos estiman que podrá realizarse antes de que haya transcurrido un siglo más.

¿Era por esta razón, entre otras, que los maestros de los primeros egipcios les aconsejaron levantar enormes edificios de piedra, de forma piramidal?

¿Por Qué Dejaron De Pronto De Construir Pirámides?

En estos vasos canopos los sacerdotes introducían las vísceras de los difuntos antes de momificarlos. Había cuatro vasos canopos distintos, donde cada uno de ellos albergaba un órgano distinto. Es decir el de cabeza de hombre contenía el hígado, el de cabeza de mono los pulmones, el de cabeza de chacal el estómago y el de halcón los intestinos. 
En algún momento de la historia, los egipcios dejaron de construir pirámides. ¿Sería porque perdieron el conocimiento exacto de sus propiedades maravillosas? Debió existir un faraón que tenía una idea muy vaga de las ventajas que proporcionaban estos edificios, y aunque deseaba levantar una pirámide para seguir con la tradición, llegó a la conclusión de que no disponía de los medios suficientes.

Hicieron cálculos sus ministros y sus sacerdotes y cayeron en la cuenta de que harían falta docenas de miles de hombres en la construcción, que no habría suficiente trigo en todo el país para alimentarlos, que ni siquiera habría espacio vital para que los obreros pudiesen moverse, que la tarea llegaría a su fin muchos años después, cuando el faraón no pudiese gozar ya de las muchas ventajas atribuidas a la pirámide. La verdad es que había olvidado la técnica de construir pirámides.

Se le ocurrió mucho más sencillo. Los sacerdotes se dedicaron a sacar las vísceras de los difuntos faraones, por la nariz o por una pequeña incisión practicada en el vientre, que guardaban muy cuidadosamente en unos recipientes. En cuanto al cuerpo, pensaron que lo mejor sería envolverlo en vendas previamente impregnadas de aceites y esencias. El clima se ocuparía de lo demás. Nada se perdería de los faraones, y el día que fuesen a resucitar no tenían más que ir en busca de las vísceras que les quitaron, que dejaron al alcance de su mano los sacerdotes.

En lo que a las construcciones se refiere, los sacerdotes les concedían unas virtudes mágicas, que no sabían en qué consistían. Así que aconsejaron a los arquitectos seguir levantando pirámides. Pero serían unas pirámides distintas.

En el Valle de los Reyes, lugar escogido por los faraones de las siguientes dinastías para ubicar sus tumbas, que eran todas subterráneas, existe una pirámide muy singular, recortada en lo alto de un cerro imponente que domina el paisaje.
Otro tipo de pirámide, más estilizada y más elegante, pero acerca de cuyas virtudes conservadoras nada se ha dicho, porque posiblemente no existan, es el obelisco, que apareció en las tumbas y en algunos templos.

La Mujer en el Antiguo Egipto



GENERAL
Ninguna sociedad, pretérita o actual, ha valorado o valora tanto a la mujer como lo hacían los antiguos egipcios. Siempre que una sociedad ha considerado de tan alta forma a las mujeres, el resultado es la igualdad entre ambos sexos.La mujer era nombrada como Nebt-Het, que literalmente significa La Dorada (con el significado de grandeza, nobleza) Señora de la Casa. No hay ni una sola referencia al hombre como "el señor de la casa."
Los aspectos y atributos más importantes de Dios estaban personificados en las mujeres. Netert, Ma-at, personifican el principio del orden cósmico. Ellas mantienen el equilibrio, el orden y la armonía del universo. Su fuerza cósmica es la fuente sin la que otros "neteru" (dioses y diosas) no serían nada.
Y ahí están Auset (Isis), Mut, Sekhmet, Nebt-Het (Nephthys), Het-Heru (Hathor), Seshat y otras muchas mujeres "neteru" , que personifican los grandes aspectos del Único Dios del Universo.


SOCIEDAD MATRI-LINEAL/MATRIARCALLos antiguos egipcios conocían perfectamente las leyes planetarias. El moderno "descubrimiento" (redescubrimiento) de tales leyes se ha atribuido a Johannes Kepler (1.571-1.630 n.e.), aunque él mismo dijo que había descubierto las perdidas leyes de Egipto. Fue honesto, pero sus seguidores no lo fueron. Kepler redescubrió que la órbita de un planeta o cometa, alrededor de su sol tiene forma ovoide (elipse). Cada sistema planetario está equilibrado solo cuando la órbita del planeta es un ovoide que tiene 2 focci, con el centro de su masa solar en uno de esos focci.
Las historias de la creación en el antiguo Egipto, y en toda África, empiezan con el huevo cósmico (una elipse). Las tradiciones Khumunu (Hermópolis), el huevo cósmico contenía el pájaro de luz (el sol). Todos los planetas y cometas siguen una órbita de forma ovoide (elíptica), con un sol en uno de sus focci.
Igualmente, en la Tierra, la hembra es la fuente de la energía, el sol. Es su poder el que cuida de los planetas (niños), cada uno en su órbita independiente. Es decir, el sistema matri-lineal y matriarcal, sigue las leyes planetarias.
El sistema matriarcal, como manifestación social de las leyes planetarias, fue la base de la organización social en el antiguo Egipto y en el sub-Sahara africano. Todas esas sociedades, descubiertas en África Oriental, Central u Occidental, tienen las mismas características comunes. La reina hermana y la reina madre tienen posiciones de gran respeto y ostenta la mayor autoridad.
A través de la historia egipcia, era la reina quien transmitía la sangre solar. La reina era la verdadera soberana, dueña de la tierra, preservadora de la realeza y guardiana de la pureza del linaje. Los reyes egipcios obtenían su derecho al trono mediante el matrimonio con una princesa egipcia. Por medio del matrimonio ella transmitía su corona a su esposo y solo actuaba como un agente ejecutivo.
Seguían el ejemplo de Ausar, que fue el primer faraón de Egipto, que como resultado de su matrimonio, pasó a llamarse Auset. (Auset, significa "asiento" y por extensión autoridad). Sabt (Sirio) es la estrella donde habita Auset. Es el sol de nuestro sol. El papel cósmico de Sabt en nuestro moderna astronomía y física, es todavía desconocido. Algunos eruditos sospechan que los egipcios sabían que Sirio es el gran sol, alrededor del cual giran nuestro sol y nuestro sistema planetario. La estrella Sabt (Sirio) y por lo tanto Auset, es el sol de los soles, la madre de las madres, la Reina Cósmica.
Por regla general, en las tumbas del Antiguo Reino de Egipto, la madre del difunto es representada junto a la esposa, mientras el padre raramente aparece. En las estelas de las últimas épocas, también es costumbre usual relacionar los descendientes del difunto por parte materna, pero no los del padre. Se especifica la personalidad de la madre, pero no la del padre, o solo se le menciona incidentalmente.
Los registros del Reino Medio que han sobrevivido, demuestran que las "nomes" (provincias) de Egipto, pasaban de una familia a otra a través de sus herederas; así, quien se casaba con una heredera podía obtener para su hijo la herencia de su padre político.
Los académicos occidentales se sienten incómodos escribiendo sobre las sociedades africanas matrilineales y matriarcales. Algunos incluso han llegado a decir que la existencia de esas sociedades, en las que solo contaba la madre, se debe al hecho de que los padres eran desconocidos o dudosos. Intentan ignorarlo, ocultarlo, y lo explican a su manera oscura. Su pensamiento soterrado, patético, resentido y despreciativo, es que si en Europa no es así, ¡no lo es en ningún otro lugar!


EN ALTOS CARGOS
Como mencionaba al principio, las mujeres personificaban los aspectos y atributos más importantes del Único Dios. ¿Qué lugar mas alto que este puede alcanzar una mujer?
Desde que las mujeres eran las herederas legales del trono, jugaron un importante papel en los asuntos de estado, actuando como un rey con todo el poder. Las Reinas de Egipto a veces ostentaban excepcionales influencias, como consejeras de los Faraones. Algunas reinas gobernaron Egipto durante largas épocas. Hatshepsut, en particular, es un buen ejemplo de mujer Faraón.
Las mujeres podían tener una posición en el templo. Eran sacerdotisas del "neteru". Muchas de ellas alcanzaron la posición de "mujeres sagradas". Algunas de esas "mujeres sagradas" (similar a nuestros santos) tenían su especial santuario.
Hay registros que señalan que en la IV ó V Dinastía, hubo mujeres médicos. Una mujer (Doctora Peseshet) ostentaba el título de "Señora Directora de las Damas Médicos".
El oficio de escriba no estaba limitado a los hombres; algunas mujeres también eran conocidas por tener ese título.
Las mujeres disfrutaban de todos los derechos relativos a la propiedad, y su status legal les permitían comprar, vender y emprender acciones legales.


COMO ESPOSA
El Sabio Ptah-hotep, dio a los hombres el siguiente consejo:
Si eres un hombre de bien, funda tu propia familia, y ama a tu esposa en tu hogar, como si fuera "beseemeth". Llena su vientre, abriga su espalda; alivia sus miembros con ungüento. Alegra su corazón mientras viva; ella es un campo fértil para su señor.
El historiador Diodoro escribió, que parte del acuerdo para contraer matrimonio era, que la esposa tendría el control sobre su esposo, y que no podía poner ninguna objeción a sus mandatos.
Diodoro afirma, que en el Nuevo Reino (1.500 a.n.e.), se daban las siguientes instrucciones:
No controles a tu mujer en su casa,
Cuando sabes que es eficiente;
No le digas: ¿Dónde está? O ¡Tráelo!
Porque ella lo ha puesto en el lugar correcto.
Obsérvala en silencio,
Entonces reconocerás su habilidad:
Esa felicidad que sientes cuando coges su mano,
Hay muchos que no saben lo que es.
Hay quien afirma que a los sacerdotes egipcios solo se les permitía tener una esposa, mientras que el resto de la comunidad podía tener tantas como quisiera. Por el contrario, los monumentos representan a cada individuo con una sola consorte. Se aprecia el afecto mutuo, la ternura, la expresión de cariño y en la forma amorosa en que se sientan juntos y con sus hijos.
Hombre y mujeres se sentaban juntos, o separadamente en diferentes partes de la habitación. No se comportaban de la misma manera retirada que en la antigua Grecia. Los egipcios trataban a sus mujeres de forma diferente, como cuentan los antiguos escritores y prueban suficientemente las esculturas. Las mujeres asistían a algunos festivales públicos en compañía de sus esposos o familiares.
La mujer del Antiguo Egipto fue descrita magistralmente por un viudo, que dijo de su última esposa:
Es de palabra mesurada, agradable su conversación, comedida y acertada cuando escribe; todo lo que sale de sus labios es como la obra de Ma-at, la "netert" de la Verdad, una mujer perfecta, muy apreciada en su ciudad, brinda su mano a todos, diciendo, porque es buena, que los ama, complaciendo a todos, nada malo sale de sus labios, la más amada por todos...
En la leyenda de Ausar (Osiris), Auset (Isis) y Ausar (Osiris), se casan la hermana y el hermano. La relación entre Auset (Isis) y Ausar (Osiris) era puramente una fábula alegórica.
Algunos historiadores, como el siciliano Diodoro, dicen que esos matrimonios, entre hermanos y hermanas, ¡eran inspirados a causa de la leyenda de Auset (Isis) y Ausar (Osiris)! Este malentendido pudo producirse como resultado del hecho de que en el Antiguo Egipto se empleaba la misma palabra para designar hermano y esposo, así como para hermana y esposa, sn.t. Estas palabras se derivan del verbo "sni", que significa "abrazar, besar""persona que es un familiar". Por consiguiente, debemos ser cautos cuando encontremos sn y sn.t en algunos textos, y no sacar conclusiones como que se trata de relaciones incestuosas.
Durante ciertos períodos de la historia antigua, contraer matrimonio con una hermana por parte de padre, era legítimo para los antiguos egipcios, atenienses y hebreos, pero no con una hermana nacida de su propia madre. Muchos egipcios se casaban con su media hermanastra (por parte de padre), y solo si ella era la heredera legal, con la idea de heredar el trono. Los Ptolomeos no observaron las restricciones, pero los Ptolomeos no eran egipcios.
Los pocos contratos de matrimonio que han sobrevivido al tiempo, demuestran que los derechos de las mujeres eran respetados.
En un contrato que data del año 580 a.n.e., pero basado probablemente en fórmulas anteriores, el futuro esposo prometía que si abandonaba a su esposa "incluso por aversión, o porque prefiriera a otra", devolvería la dote y una parte de la propiedad paternal y maternal que ella tuviese.
Si el matrimonio fracasaba, la fórmula para el hombre era comunicárselo a la esposa ante testigos acreditados:
"Te abandono como esposa. Me voy de tu lado. No tengo nada que reclamarte. Te he dicho: "Búscate un nuevo esposo".
Al mismo tiempo, debía hacerse una provisión de fondos para la esposa divorciada. Igualmente, la esposa que deseara divorciarse de su marido también tenía que pagar en compensación.


COMO MADRE
La madre era reverenciada en el antiguo Egipto. La siguiente fórmula lo resume:
Nunca debes olvidar lo que tu madre ha hecho por ti... Ella te alumbró y te alimentó en todo momento. Si la olvidaras, quizás se sentiría culpable, elevaría sus brazos a Dios y El oiría sus lamentos. Después del embarazo, ella te cuidó durante tres años. Ella te educó, y cuando fuiste a la escuela y aprendiste a escribir, ella le llevaba diariamente a tu maestro pan y cerveza de su casa.


HIJOS
Uno de los rasgos característicos del antiguo Egipto era su amor por los niños. Mostraban un amor paternal sin límite.Según dice platón, la educación de los jóvenes era primordial. Se enfatizaba en el comportamiento y la disciplina. Tenían un gran respeto a los ancianos, así como a los forasteros. Los jóvenes debían ceder su lugar a sus superiores. Si estaban sentados debían levantarse y aproximarse a sus mayores.
Los egipcios siempre esperaban mucho de sus hijos, y, en general, sus expectaciones se veían cumplidas. Esto era en todas las clases sociales.
Las historias de la creación en el antiguo Egipto, y en toda África, empiezan con el huevo cósmico (una elipse). Las tradiciones Khumunu (Hermópolis), el huevo cósmico contenía el pájaro de luz (el sol). Todos los planetas y cometas siguen una órbita de forma ovoide (elíptica), con un sol en uno de sus focci.
Su gran amor y las grandes esperanzas en sus hijos, puede que contribuyeran a la larga duración de la civilización egipcia. No había distinción entre los hijos habidos con su esposa o con otra mujer, y todos disfrutaban igualmente de los derechos de su herencia.


PARENTESCO POR ALIMENTACIÓN
En Oriente Medio, desde tiempos antiguos, las madres regularmente amamantaban a otros bebés cuando tenían hambre. El hecho de amamantar a un niño, convertía a la mujer en su "madre" y a sus hijos en "hermanos" y "hermanas" del niño amamantado. Esos niños consideraban a su nodriza como a una "madre", con la misma palabra que utilizaban para su madre biológica.
Algunos egiptólogos (cuyos descendientes son casi todos europeos) no reconocen este hecho, y como resultado, confunden la relación entre individuos del antiguo Egipto (y también entre los personajes de la Biblia). Cuando los "eruditos" mal informados insisten en ello, no vacilan en representar como "incestuosa" la relación entre los egipcios.

viernes, 30 de enero de 2015

Círculos ufológicos son un hervidero con notables afirmaciones de antiguos artefactos egipcios descubiertos en la antigua casa del famoso egiptólogo Sir William Petrie que se encuentra en Jerusalén, elementos que “podrían reescribir la historia del antiguo Egipto” y de hecho la historia del mundo.
Un vídeo de YouTube publicado por el sitio web Paranormal Crucible pretende mostrar antiguos artefactos de esculturas egipcias que originalmente se encontraban en el “complejo de Giza”, pero, según informes fueron extraídos de la casa de Petrie en Jerusalén por representantes del Museo Arqueológico Rockefeller poco después de que se encontraron.
Según Shepard Ambellas de Intellihub News, los artefactos egipcios alienígenas se descubrieron escondidos en una habitación secreta detrás de la estantería del egiptólogo. Petrie aparentemente había encontrado pruebas de vida extraterrestre en la Tierra antes de morir en 1942, pero decidió esconderlos en su casa de Jerusalén. Ahora que el Museo Rockefeller ha tomado posesión de los artefactos, los expertos sobre los temas ufológicos temen que nunca podrán ser accesibles al público.
Sin embargo, Ambellas afirma que algunas de las reliquias pueden ser vistos en el Museo Petri de Arqueología Egipcia en Malet Place, Camden, cerca de Gower Street, Londres.
El prestigioso Museo Petri de Arqueología Egipcia tiene en su poder una vasta colección de antiguos artefactos egipcios y sudaneses, como el más antiguo lino y vestido del antiguo Egipto (5000 aC). El museo también exhibe esculturas de leones del templo de Min en Coptos y los productos conocidos más antiguos de la metalurgia de la antigua civilización. Sin embargo, aun no se a podido confirmar que el museo tiene en exhibición “artefactos egipcios extraterrestres” recuperado de una habitación secreta en la antigua casa de Petrie en Jerusalén.
Pero los creyentes asumen que las reliquias más sensibles de origen extraterrestre se mantienen ocultos al público.
Ambella afirma que los artefactos egipcios extraterrestres que supuestamente se encontraron en la antigua casa de Jerusalén de Petrie, el cual vincularía la antigua civilización egipcia con una avanzada civilización ET, incluyen dos cuerpos momificados de menos de 1.2 metros de altura. Aunque los enanos y los pigmeos capturados en el interior de África fueron considerados con alta estima como “seres celestiales” en la era del Antiguo Reino de Egipto y servían en altos cargos, Ambella especula que estas criaturas de 1.2 metros son “posiblemente extraterrestre en naturaleza” y por lo tanto literalmente de orígenes “celestiales”.
Jeroglífico grabados en piedra de figuras de enanos en el antiguo Egipcio.

Los detalles de las características físicas de los cuerpos momificados parecen apoyar la idea de que ellos eran “posiblemente extraterrestre en naturaleza.” De acuerdo con Ambellas, los esqueletos tienen estereotipo extraterrestre de “cabezas alargadas, grandes cuencas oculares y una larga sección espinal.”
Los extraterrestres tienen “cabezas alargadas, grandes cuencas oculares y una larga sección espinal.”

Igualmente interesantes son los dispositivos mecánicos “muy avanzados”, incluyendo un disco de oro con una tapa transparente encontrado con los cuerpos de extraterrestres. Según Ambella, los dispositivos de alta tecnología tienen “un intrincado mecanismo que está rodeado de tubos de oro en espiral que tiene varias pequeñas orbes de oro y cruces adjunto a él.” Los dispositivos no tienen símbolos egipcios antiguos en ellos, como puede verse en la imagen de abajo.
Artefacto tecnológico de otro mundo podría ser un dispositivo de navegación.

¿Son estos artefactos dispositivos de navegación interestelares de origen alienígena? Bueno, puede que lo sean, a juzgar por el hecho de que las reliquias también incluyen tablillas de piedra que “parecen mostrar una nave extraterrestre.
¿Este jeroglífico muestra a un OVNI abduciendo a dos seres humanos?

Esta no es la primera vez que los arqueólogos han encontrado antiguas tablillas de piedra con inscripciones egipcias sugestivos de naves extraterrestres y otras maquinarias sofisticadas y avanzadas. La siguiente imagen muestra el famoso “Jeroglíficos con un helicóptero” recuperado en un templo en Abydos, Egipto, mostrando lo que parece ser modernas aeronaves.
Las inscripciones parecen representar modernas aeronaves.

Aunque los científicos han atribuido la interpretación de las “aeronaves” de estas inscripciones al fenómeno psicológico llamado pareidolia, la creencia es generalizada en los círculos ufolóficos de que estas inscripciones de jeroglíficos son prueba de pilotos y astronautas alienígenas que contactaron con las antiguas civilizaciones humanas e influyeron en la cultural y el desarrollo tecnológico de las sociedades humanas primitivas.
Y, en efecto, la precocidad de la antigua civilización egipcia parece hacer la teoría del contacto extraterrestre creíble para los teóricos de los antiguos astronautas, que creen que los extraterrestres construyeron tales maravillas arquitectónicas como la Pirámide de Giza mucho antes que la antigua civilización egipcia surgiera.
En noviembre de 2010 el Dr. Alaaeldin Shaheen, decano de la Facultad de Arqueología de la Universidad de El Cairo, admitió, en respuesta a una pregunta sobre los vínculos ET de las pirámides, que las antiguas pirámides egipcias son “no de este mundo “.
No puedo confirmar o negar esto, pero hay algo dentro de la pirámide que “no es de este mundo.”
Expertos de los OVNIs y ET continúan debatiendo si Sir William Petrie y sus colegas mantuvieron ocultos estos notables artefactos egipcios de origen extraterrestres y no los dieron a conocer al público en general.

miércoles, 28 de enero de 2015

Julio Cesar

La verdadera historia sobre la cesárea de Julio César

El origen de la palabra cesárea se atribuye, de forma errónea, a Julio César. El hecho de que su madre, Aurelia, viviera muchos años junto a él hace imposible que naciera por cesárea, ya que ésta no habría sobrevivido al parto.

Obviamente, el método del parto por cesárea es antiquísimo, y seguramente fueron los ganaderos quienes empezaron a aplicarlo con sus animales cuando las cosas se torcían. 

En el antiguo Egipto, hacia el año 700 a.C la ley permitía sacar al feto por vía abdominal cuando la madre moría durante el embarazo. Una norma que fue asumida mucho más tarde por el imperio romano y que se conocía como Lex Regia. Dicha norma prohibía enterrar a una mujer muerta sin haberle extraído el feto para poder enterrarlo acorde a los preceptos religiosos. Durante la Edad Media debía, además, bautizarse al niño.


Esta intervención en humanos era siempre contemplada como “la última opción” y ya aparece referenciada en el Talmud. Lógicamente, en aquellos tiempos suponía siempre la muerte de la madre, pero el caso es que hay constancia de que Aurelia, la madre de César, murió después de que su hijo pasara de la cincuentena. ¿Cómo fue posible?


“Aparentemente, los únicos que creen que César vino al mundo mediante esta mortal intervención intrauterina son los encargados de escribir diccionarios. Este asombroso error, que incluso ha alcanzado el bastión de la infalibilidad académica: el Oxford English Dictionary, parece haberse originado en el modo en que Plinio explicó el origen del nombre familiar de los César. Los Caesars (una rama del clan romano de los Julii) tomaron supuestamente su nombre del verbo “caedere” (cortar), en referencia a un antecesor olvidado que aparentemente vino al mundo de esta forma.”

Resumiendo, no fue César quien vino al mundo por cesárea, sino que la historia de la familia (que recordemos retrocedía hasta enlazarlos con los dioses, lo cual no parece dotarla de gran “verosimilitud”) cuenta que uno de sus antepasados vino al mundo una vez que decidieron “cortar” a su madre. Fin de la discusión.

Curiosamente, parece ser que la primera cesárea exitosa (es decir, la primera en la que la madre sobrevivió para contarlo) se realizó alrededor del año 1500. El autor de esta maravilla médica fue un castrador de cerdos suizo, necesariamente un hombre con mucha experiencia y habilidad. Su nombre ha caído en el olvido, pero su trabajo inspiró a muchos “carniceros” que le sucedieron. A mediados del siglo XIX, el porcentaje de supervivencia de la madre continuaba siendo de solo el 25%.

Hoy en día, los antisépticos modernos y las técnicas de sutura han convertido estas intervenciones en actos rutinarios.

lunes, 19 de enero de 2015

Según la tradición egipcia los primeros reyes de Egipto no fueron hombres, sino dioses. Al principio de los tiempos, cuando los dioses descendieron sobre la Tierra, la encontraron cubierta por el fango y el agua. El principal de los dioses, al que los egipcios denominaron "Dios del Cielo y de la Tierra", Ptah, fue el encargado de realizar grandes obras hidráulicas y de canalización, que lograron ganar terreno a las aguas.

Ptah ubicó su residencia en la Isla Elefantina, cerca de la actual Asuán, y desde allí controló las crecidas del Río Nilo, asentando las bases para la civilización.

Después de 9.000 años de reinado, el Dios Ptah cedió el gobierno de Egipto a su hijo Ra, que al igual que su padre llegó a la Tierra en una barca celestial. El reinado de Ra duró 1.000 años, y le continuaron en el trono cinco dioses más, Shu (700 años), Geb (500 años), Osiris (450 años), Seth (350 años) y Horus (300 años).
El Dios Ptah

Esta Primera Dinastía de Dioses-Reyes rigió en un "Tiempo Primero" o "Zep-Tepi", el antiguo Egipto durante 12.300 años, sucediéndole una segunda dinastía con el Dios Thot a la cabeza que alcanzó una duración de 13.870 años. Posteriormente a estos dos periodos, el poder fue cedido a gobernantes semidivinos, mitad hombre mitad dioses, durante 3.650 años en los que se sucedieron, uno tras otro, treinta reyes.

En total fueron 17.520 años de poder y control de los dioses y semidioses, que finalizaron en un oscuro periodo de caos y anarquía, del que no existe la más mínima referencia, y que duró 350 años. Es en este momento cuando aparece la Primera Dinastía de gobernantes humanos, en la figura del faraón Narmer, primer gobernante reconocido oficialmente por la egiptología, pues el resto de lo anteriormente expuesto pertenece al mundo de la mitología y la fantasía.

Es imposible, aseguran tajantemente los expertos, que, antes de la aparición de la I Dinastía o Periodo Tinita (3.100 a.C.-2.700 a.C.), pudieran existir durante un tiempo tan prolongado semejante número de gobernantes, eso sin mencionar su origen divino y extremada longevidad.

Pero los egipcios estaban muy seguros de sus orígenes y de su historia. El tiempo era algo que controlaban muy bien los antiguos egipcios, precisamente gracias a sus dioses, quienes, según ellos, les enseñaron a dividir el año (renpet) en doce meses (abed), de treinta días cada uno y divididos en tres semanas (mellu) de diez días cada una. Este calendario alcanzaba 360 días, y era complementado con cinco días especiales (jeriu-renpet).

El año estaba formado por tres estaciones que venían claramente determinadas por el Río Nilo. La Primera Estación era la de la crecida del río (ajet), de mediados de junio a mediados de octubre. La seguía la Estación de la Germinación (peret) que finalizaba a mediados de febrero. Por último la Estación de la Cosecha (shemu).

Existían otros tipos de calendario, pero todos seguían una minuciosa y escrupulosa exactitud, transmitida generación tras generación. Con total seguridad, si un antiguo egipcio escuchara hoy en día que la cronología de los Dioses-Reyes que gobernaron Egipto mucho antes de Narmer, no es más que una fantasía, se llevaría un gran disgusto y un no menor enfado.

Hace 2.500 años, Heródoto escribía en su "Libro II de la Historia" que, en su visita a Egipto, los sacerdotes de tebas le habían mostrado personalmente 341 estatuas, cada una de las cuales correspondía a una generación de sumos sacerdotes desde 11.340 años atrás en el tiempo. Le dijeron que las figuras representaban a hombres, pero que antes de esos hombres en Egipto reinaron los dioses, que habían convivido con los seres humanos. De todo ello guardaban datos muy precisos, ya que siempre, desde el principio de los tiempos, ésa había sido su misión.
Un grupo de dioses viaja a bordo de una embarcación

Otro historiador griego, Diodoro, que visitó Egipto en el Siglo I d.C., también habló y aprendió de los sacerdotes egipcios sobre su historia y tradición. Al igual que Heródoto pudo escuchar de boca de los sacerdotes que los humanos reinaban en el Valle del Nilo desde hacía poco menos de 5.000 años. Uno de los primeros cronistas de la Iglesia Cristiana, Eusebio, logró recoger numerosas crónicas que hacían el mismo tipo de referencias que Heródoto y Diodoro. Pero tal vez ninguno como Manetón, sumo sacerdote y escribano egipcio, supiese acaparar en sus textos la increíble historia de Egipto.

Manetón fue contemporáneo del General de Alejandro Magno Ptolomeo, fundador de la Dinastía Ptolomeica (304-282 a.C.). Vivió en la Ciudad de Sebennitos y fue Gran Sacerdote en el Templo de Heliópolis, donde escribió los Tres Volúmenes de su Historia de Egipto, cuyos originales han desaparecido, y que conocemos en gran medida gracias al historiador griego Julio Africano, que recopiló numerosos fragmentos de su obra.

Manetón o Manetho (verdad de Thot), relataba en esta obra que los dioses reinaron sobre Egipto durante 13.900 años, y los semidioses que les continuaron otros 11.000 años más. Gracias a su clase sacerdotal, pudo acceder a numerosa información restringida que había sido recogida durante cientos y cientos de años. Según sus fuentes el primer Rey de Egipto fue Hefestos, quien inventó el fuego, le siguieron Cronos, Osiris, Tifón y Horus. Después, los "Shemsu-Hor" o seguidores de Horus, de origen semidivino, gobernaron durante 1.255 años. Les continuaron otros reyes por un periodo de 1.817 años.
Distintos investigadores aseguran ver en estos dibujos (tumba de Ramsés VI, Valle de los Reyes)
seres con escafandras provenientes de las estrellas, tal y como aseguraban las antiguas tradiciones egipcias.

Otro periodo más de 1.790 años formado por treinta reyes que gobernaron en Menfis y 350 años más de otros diez soberanos que reinaron en Tanis. En total, sólo el reinado de los semidioses hasta la aparición de los reyes de la Epoca Dinástica Temprana, alcanzó 5.813 años, una auténtica patada a la historia y a la cronología establecida por la moderna egiptología.

Este mismo problema ha aparecido con las Listas de Reyes Sumerios, aparecidas en distintos textos como el W-B/144 ó W-B/62, donde se establecen fantásticos gobiernos de los dioses que se remontan a docenas de miles de años antes de lo
En esta antiquísima tabla mesopotámica existente en el Museo Británico, y en caracteres cuneiformes, aparece según el investigador Zecharia Sitchin el mapa de la ruta seguida por los dioses para llegar a nuestro planeta a través del Sistema Solar.
establecido por la arqueología oficial.

Aunque tal vez el caso más conocido por todos nosotros sea el de los Patriarcas Bíblicos, auténticas "máquinas de hacer años", como los míticos Adán, Set, Enós, Cainán, Mahaleel, Jared, Enoc, Matusalén, Lamec, Noe, Sem, Arfaxad, etc, etc. La edad alcanzada por cualquiera de ellos, haría estremecer los presupuestos destinados a jubilaciones de la Seguridad Social.

A pesar del innegable esfuerzo de la arqueología por establecer una cronología "lógica" de los antiguos reinos e imperios, el prejuicio a la hora de establecer la existencia física de los dioses que todas las culturas establecen como los fundadores de la civilización en la Tierra, hacen imposible profundizar en una verdadera historia que continúa oculta a todos nosotros.

La cada vez más reconocida antigüedad de algunos de los monumentos que nos han llegado, como es el caso de la Esfinge de Giza y de la cual tratamos en otro de los apartados de este temario de Egipto Oculto, han hecho posible que algunos investigadores hayan reconsiderado el revisar las cronologías dogmáticas a lo largo de los dos últimos siglos. Por desgracia los máximos responsables continúan aferrados a una serie de intereses y al mantenimiento de un estatus que tratan de defender a toda costa.