lunes, 29 de febrero de 2016

EL EGIPTO FARAONICO Y SUS MISTERIOS

Egipto es, sin duda, uno de los destinos del mundo más cautivador por su misterio. La civilización cimentada en la rivera del Nilo es una de las que mayor número de documentación escrita nos ha legado y, paradójicamente, es también una de las civilizaciones que más interrogantes tiene aún por contestar, y consecuentemente, que más desconocemos. Y es que mientras en Europa los hombres se hallaban en plena revolución neolítica, viviendo en cavidades naturales o en primitivas construcciones, en Egipto se erigían pirámides de colosales dimensiones, sin grúas, sin herramientas de hierro, sin aparatos de precisión y sin rueda. ¿Estaba a su alcance tales construcciones o recibieron la ayuda de alguien más desarrollado? ¿Tal vez de las estrellas? Se nos ha dicho que las pirámides eran simples monumentos funerarios, que los antiguos invirtieron tanto esfuerzo porque, en realidad, trabajaban para los dioses… pero ¿qué dioses? Los faraones fueron considerados seres casi divinos durante las primeras dinastías y eran identificados con el dios Horus. LA CIVILIZACIÓN DE LAS ESTRELLAS La idea de que los conocimientos técnicos para desarrollar las pirámides vinieron de las estrellas no es nueva. En la década de los setenta el controvertido investigador alemán Erich Von Däniken se encargó de poner en evidencia sólo algunos puntos que sugerían la participación de una civilización extraterrestre en el desarrollo tecnológico de ciertos pueblos en la antigüedad. ¿Por qué —se pregunta Däniken— habían de deformar las cabezas de algunos niños? “para que sus cráneos se parecieran a los de los dioses antiguos. A lo largo y a lo ancho de la Tierra —asegura— los hombres habían topado con esos seres inteligentes y dignos de respeto”. Hancock llega más lejos y asegura que en los Textos de las Pirámides hay referencias claras de la procedencia de estos seres elevados a la categoría de dioses por el hombre. “Según la leyenda —asegura en su libro “Las huellas de los dioses” (Ediciones B)— Osiris/Orión fue el primero en ascender por la gran escalera que habían construido los dioses”. Esta escalera, precisa Hancock, no se extendía hacia arriba, desde la tierra hasta el cielo, sino hacia abajo, desde el cielo a la tierra. En el párrafo 669 de este texto jeroglífico puede leerse: “Con qué medios puede volar el Rey hacia arriba?” ¿Volar en el antiguo Egipto? ¡Asombroso! Casi tan asombroso como los más de dos millones y medio de bloques de piedra que componen la Gran Pirámide. Encajados con una precisión increíble. Un monumento que, a diferencia del resto, no contiene ni un solo jeroglífico egipcio si obviamente descartamos el cartucho con el nombre de Keops que se halla en la última cámara de descarga de la Gran Pirámide. Un jeroglífico que, según el especialista en temas astroarqueológicos Zecharía Sitchin es una falsificación efectuada por un estrecho colaborador de su descubridor, Howard Vyse. En nuestra visita a las pirámides tal vez no podamos ver este polémico jeroglífico pero sí podremos advertir la ausencia de otras pinturas, incluida la cámara del rey donde, normalmente, se hallan glosas al faraón que preparan su vida eterna. También advertiremos la depurada técnica constructiva que aún con todos los adelantos resulta inoperante hoy en día para efectuar una obra de estas dimensiones. El viajero más osado podrá interpretar en sus muros la ciencia perdida de sus constructores. La pirámide es un modelo a escala del hemisferio septentrional de la Tierra. En sus medidas se halla el diámetro ecuatorial del planeta, el número pi, la milmillonésima parte de la distancia entre la Tierra y el Sol así como otros números, medidas y distancias significativas para el hombre actual, en posesión de conocimientos entonces ignorados como que la Tierra es esférica y que el año solar tiene 365 días. Pero la tradición reserva a la arqueología todavía más descubrimientos y sorpresas pues se ha hablado de cámaras secretas, de subterráneos que comunican la Gran Pirámide con la misteriosa esfinge y de conocimientos, en suma, inimaginables para aquella gloriosa civilización. Tal vez algunos de ellos serán desvelados pronto porque, como anunció Hawass recientemente en Madrid, el primer día de enero del 2000 el gobierno egipció sorprenderá al mundo con lo que oculta la cámara secreta hallada por Rudolf Gantembrink en uno de los canales de ventilación de la Gran Pirámide. LAS BOMBILLAS DE DENDERA Puede que el hombre moderno haya tratado con desdén los conocimientos de los antiguos egipcios. Puede que incluso, dispusieran de elementos que no serían “redescubiertos” hasta más tarde como, por ejemplo, la electricidad… Adivino tu sorpresa. Pero ¿cómo sino lograron pintar y construir en profundos subterráneos? Ya sé, todos hemos visto esos largometrajes de Hollywood donde maravillosos espejos transportaban hasta los más recónditos lugares de la construcción la luz de Ra. Pero, ¿qué me dirías si te mostrara un jeroglífico donde se puede ver lo que, a simple vista, definiríamos como bombillas? El singular hallazgo tuvo lugar en el templo de la diosa Hathor, a cerca de 70 kilómetros de Luxor, erigido en los tiempos de Ptolomeo, y del que hoy sólo es visible una parte pues ha sido restaurado y destruido en varias ocasiones. Fue explorado en el siglo pasado aunque no fue hasta 1992 cuando sus relieves se interpretaron fuera de los cánones estrictamente ortodoxos. En aquella época vio la luz el libro de Peter Krassa y R. Habeck titulado “La luz de los faraones” (Das Licht der Pharaonen) en el que los dos astroarqueólogos relacionan unas enormes burbujas sujetas por criaturas de aspecto humano con ¡bombillas! Estos relieves se hallan en una de las doce criptas del templo a Hathor. En la actualidad sólo se puede visitar una de ellas y vale la pena. En la oscuridad de sus catacumbas se conservan los relieves y las pinturas terreno de discordia. Se trata de dos individuos enfrentados que sostienen lo que parece una burbuja de cristal vacío en cuyo interior fluctúa una serpiente que sobresale de una flor de loto. El tallo de la planta parece estar conectado a una misteriosa caja —acaso un generador— encima del que se distingue un jeroglífico que muestra un hombre con los brazos en alto y un disco solar en la cabeza que según el historiador vallisoletano Nacho Ares corresponde a un elemento de tipo religioso. Como en el caso de las pirámides, para Krassa, todo parece indicar que el Egipto faraónico fue visitado por seres más avanzados tecnológicamente que legaron a los sacerdotes conocimientos importantes. Para probarlo los autores de este revelador ensayo consultaron al ingeniero eléctrico Walter Garn, jefe de proyectos de una compañía industrial austríaca y, con los datos suministrados por los jeroglíficos, construyó un modelo de bombilla como el de Dendera. “Su modelo —explican— se corresponde con un vaso cónico de dieciséis pulgadas de largo y cinco de diámetro. Los dos extremos —prosiguen— tienen resina”. El ingeniero situó un electrodo en uno de los extremos y, en el otro, un clavo. Para hacerla funcionar utilizó una bomba neumática y un transformador ¡iluminaba! Sin embargo el experimento de Garn tropezaba con una nueva incógnita. ¿Cómo consiguieron los antiguos egipcios producir baja presión en la bombilla para que irradiara luz? La respuesta, según descubrirían Krassa y Habeck se hallaba en los relieves de Dendera. Pues muestran como unos hombres vierten un líquido fuera del aparato al igual que en la actualidad hacemos con las bombas de agua capaces de producir energía eléctrica. Para estos autores tampoco pasa inadvertido el hecho de que Dendera fue, junto a Edfu y Abydos, los lugares preferidos por los “dioses” para realizar sus batallas. ¿Fueron los extraterrestres quiénes transmitieron conocimientos avanzados a los sacerdotes egipcios? No todas las voces, sin embargo, se alzan a favor de esta hipótesis. El mencionado Ares, en su libro “Egipto el Oculto” asegura que “la serpiente insertada dentro de una burbuja que reposa sobre un pedestal” o su variante sobre el jeroglífico del niwt o “niut” son, en realidad, representaciones de las capillas durante la época ptolemaica. Para ser precisos las cajas que conservaban los llamados ushebtis, unas mágicas figurillas, que sustituían al difunto en las tareas tediosas que le eran encomendadas en su vida eterna. PERFORACIONES IMPOSIBLES Si te ha parecido fascinante la visita al templo de Hathor (es decir la morada de Horus en idioma egipcio) prepárate para la visita a las canteras de donde se extraía el granito rosa que componen sus muros. Se hallan dispersas por todo el país y de ellas se extraían, además, otros materiales como la diorita o la dolerita que tienen una dureza extrema, por debajo del diamante. ¿Cómo era posible? Uno puede imaginar ejércitos enteros de esclavos picando piedra con paciencia y tesón pero ¿Cómo pudieron perforar el granito con la precisión de una widia de carburo tungsteno actual? En la aludida Gran Pirámide de Gizeh existe una serie de bloques de granito con unos agujeros de 15 centímetros de diámetro casi perfectos. El estudio de la perforación revela que entre vuelta y vuelta el “taladro” descendió ¡dos milímetros y medio! Un taladro actual de punta de diamante alcanza los 0,05 milímetros por vuelta ¿De qué materíal era la widia de los antiguos egipcios? Es un misterio. Misterio es, asimismo, cómo transportaban los pesados bloques. En la tumba de Djehutihotep (ca. 1900 a. de C.) existe un grabado que nos muestra el traslado de un coloso. Cuatro hileras de hombres, 172 en total, arrastran la monumental estatua sobre un trineo. A pesar de la claridad del relieve se ignora si siempre utilizaban este método pues hay ocasiones en las que resulta muy complicado adaptarlo. Me estoy refiriendo al célebre obelisco inacabado de Aswan que habría alcanzado una altura de 42 metros y un peso de más de mil toneladas. El obelisco se quebró durante su construcción lo que, naturalmente, impidió su finalización. Están separadas de la roca madre tres de sus cuatro caras y es todavía un misterio cómo pensaban moverlo con rudimentarias estructuras de madera y cuerdas de papiro. Ni siquiera hay una salida fluvial que permitiera su deslizamiento… Un misterio, uno más de los que descubriremos en cada roca del país de los faraones.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: Viaje al Egipto Faraónico y sus misterios http://mysteryplanet.com.ar/site/viaje-al-egipto-faraonico-y-sus-misterios/

MISTERIO DE LAS PIRAMIDES

La teoría extraterrestre es la que más seguidores tiene y la que se basa en teorías más lógicas o prácticas, un fragmento cilíndrico de madera que se demostró científicamente que pertenecía a un bloque de granito que se encuentra en la entrada y sirvió como sistema de cierre fue encontrado en uno de los pasadizos de la pirámide, tras ser sometido a la prueba del Carbono 14 se descubrió que el fragmento pertenecía al año 2016 después de Cristo... ¿Quiere decir eso que viene del futuro? El propio sistema de cierre de la entrada ha sido analizado y parece que los agujeros para introducir los cilindros de madera han sido hechos con extrañas brocas que deberían tener un nivel de Dureza 500, el material más duro conocido es la vidia, o diamante sintético, y su nivel de dureza es 11. Una tribu situada al nacimiento del Nilo, y anclada en la prehistoria llamada Dogones afirma que hace diez mil años, una extraña "arca" de luz vino del cielo. De ella salieron unos seres mitad pez, mitad hombre llamados "instructores" y decían venir de una estrella llamada Potoolo ( Sirio B). Contaban que en ese sistema estelar, había una estrella de gran magnitud llamada Digitaria ( Sirio A ) y que Potoolo rotaba al rededor de Digitaria en un tiempo de 50 años. También decían que una simple cucharada de la estrella Potoolo, pesaba más que todo nuestro planeta.
Según las comprobaciones científicas que se hicieron al respecto, los Dogones, conocían exactamente el sistema estelar binario de Sirio, cuando este se descubrió por primera vez en el año 1824 y se pudo observar en 1864 con un telescopio. Por otro lado, en 1972, se comprobó que en efecto, la estrella Sirio B, tiene un periodo de 50 años alrededor de Sirio A. Y para mayor asombro, hace tan solo cinco años, se pudo analizar mediante un sistema espectral, la densidad que tendría la estrella Sirio B, dando casualmente una "dureza 500". Por otro lado, en los años cincuenta se descifraron tablillas de arcilla descubiertas en la ciudad Sumeria de Niniveh (hacia el 2550 a J. C.); hablan de las pirámides como contrucciones 6.000 años más antiguas que los Egipcios. Según ellos eran balizas para lo que hoy llamaríamos ovnis. Estos textos vienen avalados al hablar también de la Tierra como del séptimo planeta, contando hacia el Sol, lo que tiene su mérito si tenemos en cuenta que Urano se descubrió en 1781, Neptuno en 1846 y Plutón en 1930.
En 1994, un ingeniero angloegipcio, Robert Bauval, propuso una idea genial. Se dio cuenta que las tres grandes pirámides de la meseta de Giza estaban distribuidas sobre el desierto de manera idéntica a como estaban las tres estrellas del "cinturón" de la constelación de Orión.
Estudiando los llamados Textos de las pirámides, Bauval descubrió, además, que para los antiguos egipcios Orión era el equivalente celestial del dios Osiris, y su "cinturón" era lo que los egipcios llamaban el Duat, una especie de "puerta" por la que el alma del faraón debía pasar para llegar al Amenti, al más allá. ¿Era tan ilógico creer que quien levantó las pirámides lo hizo pensando en construir sobre la tierra una réplica gigante de la "puerta" al más allá para el faraón?
Los últimos estudios demuestran que, en efecto, las pirámides eran una especie de "máquinas astronómicas", lo que convierte el enigma en más irritante si cabe. ¿De dónde obtuvieron los egipcios esa precisión astronómica? ¿Y matemática? No olvidemos descubrimientos como el que hizo en el siglo pasado John Taylor, al demostrar que el perímetro de la pirámide dividido entre el doble de su altura equivale a 3,1416... el número pi. Pero, según nos enseñaron en el colegio, pi lo descubrieron los griegos siglos más tarde
El último enigma de la Gran Pirámide saltó en 1993 cuando un pequeño robot diseñado para explorar un angosto pasadizo de 20 x 20 cms. que atraviesa todo el monumento desde la llamada "cámara de la reina", descubrió algo sorprendente. Una puerta con sendos pomos de cobre derretidos por el tiempo parecía impedir el paso a una cámara secreta. De confirmarse las sospechas, y dado que 60 metros de galería minúscula separan esa cámara de la "de la reina", esa habitación sería el único recinto intacto que podría existir en la pirámide. Qué contiene, para qué se diseñó y cuándo se abrirá esa portezuela es algo que decidirán un día de estos las autoridades egipcias.

viernes, 26 de febrero de 2016

Por algunas paredes de las múltiples pirámides que están ubicadas en Egipto, se pueden ver seres azules, faraones que tenían este aspecto de apariencia en todo su cuerpo, por que los egiptólogos no hacen mención de estos seres en el antiguo Egipto ? que quieren esconder ? sera que no quieren que sepamos que con los egipcios convivieron seres extraterrestres de este aspecto ?


“en 1960, una revista científica soviética, apoyándose en los relatos del historiador Egipcio Maneton y del Griego Herodoto, así como en las inscripciones al enigma de la Atlántida y a la venida de seres extraterrestres. La pregunta que se hacían era ésta: ¿fueron los Atlantes un pueblo de tez azulada?. Dicen algunas tradiciones que los Atlantes fundaron la civilización egipcia y que los jefes más antiguos de las dinastías eran Atlantes de raza pura. Los artistas egipcios, que reprodujeron cuidadosamente los objetos en sus murales y respetaron los colores. ¿cómo pintaron a sus dioses?

Osiris tenía el rostro verde (por ser dios de la vegetación que renace), Thot estaba pigmentado de verde o de azul pálido, y Ammón y Shu eran francamente azules. ¿porqué formaba este color parte de los dioses egipcios? Sólo puede contestarse de una manera. Eran descendientes de un pueblo de piel azul. Deberíamos creer que Osiris y Thot, que llegaron a Egipto procedentes de un país de altas montañas, hallaron un llano con clima cálido y mucho sol, y vieron su tez modificada por el sol, que terminó por darles una piel olivácea (azul más amarillo, igual verde), como suelen tenerla en nuestros días los habitantes del mediterráneo”

Algunos suponen que los hombres azules vinieron de Venus, y no está demás citar otro aparte del citado artículo: “Recordemos los extraordinarios acontecimientos sucedidos en tiempos remotos en Venus, que fueron anotados por los Astrónomos de la Antigüedad. El propio San Agustín afirma que Castor, el Rodio, dejó escrito el relato de un prodigio asombroso sucedido en ese planeta, que de pronto cambió de tamaño, de color y hasta de órbita en torno al sol, al mismo tiempo que perdía satélites. Ese hecho sin precedentes, debió suceder en tiempos del Rey Ogygés, fundador de Tebas, como aseguran Adrasto, Cyzicenio y Dies, notables matemáticos de Nápoles.

¿Qué sucedió en Venus para que parte de su población huyera precipitadamente rumbo a la tierra? ¿Una colisión? ¿Una explosión nuclear? No podemos decir nada, pero de ser cierta cualquiera de esas hipótesis, tendremos que creer que Venus estuvo ligado a la historia de nuestro planeta, y resulta curioso que los sabios Soviéticos insistan en relacionar el misterio de Venus con el de la Atlántida y el Tiahuanaco”.

FARAONES AZULES ?


Hapy, el Padre de los dioses, vivificador, generador de fecundidad y fertilidad en la mitología egipcia.

Hapy es representado por un hombre desnudo, de piel verde o azul, barbudo con barriga y pechos caídos de mujer. Con una planta de loto sobre la cabeza. Con dos vasos que simbolizaban a los dos Nilos. Otras veces con dos cabezas de oca. Con una rama de palmera, como medidor del tiempo.

Mitología

Hapy es el nombre del dios asociado al Nilo, el gran río de Egipto que tenía a la vez realidad física y mitológica. La importancia simbólica del Nilo viene de su capacidad para generar riqueza cuando inunda y deja limo fértil en sus márgenes. El nombre Hep proviene del periodo predinástico de Egipto. Asociado a la región de Gebel el-Silsila. Creían que residía en una cueva de Bigeh, cerca de las cataratas, con su harén de diosas rana, de donde emergía anualmente para generar la inundación.

Fue venerado especialmente en Elefantina, y en un centenar de capillas a lo largo del Nilo. También estaba representado en los muros de la mayoría de los templos. Hay capillas rupestres dedicadas a este dios en Gebel el-Silsila, aunque no tuvo templos dedicados a su culto.

Amón tras el periodo Amarna se representaba con la piel de color azul simbolizando así su asociación con el aire y la creación primigenia.

El color azul (irtyw y ḫsbḏ)5 representaba el cielo y el agua y, en un sentido más cosmológico, “a los cielos” (dominio de los dioses) y “a la inundación primigenia” (la creación). Era un símbolo de vida y renacimiento y era el color que se empleaba para pintar la cara de Amón-Ra, cuando se quería enfatizar simbólicamente su papel en la creación del mundo.3

En las minas del Sinaí, junto a la Malaquita, se encontraba otro mineral que los egipcios llamaban ṯfr y nosotros azurita.

Acima a medalha milagrosa, usada como berloque, abaixo tenis azul acqua da marca Raphael Steffens.


No queda duda que la investigación profunda en el antiguo egipcio nos lleva a esta raza azul, que son los reales constructores de las Piramides de Egipto hoy conocido como la pirámide Gaza y dicho seres eran realmente seres EXTRATERRESTRES que poseían conocimientos de arquitectura avanzada tanto como de matemáticas super avanzadas.
Una rápida consulta por internet lo revela al momento: los sumerios están asociados a los extraterrestres, cuando no son ellos los venidos del hiper-espacio.

Casi todas las culturas antiguas están asociadas a figuras no humanas. El Egipto faraónico está especialmente marcado por su conexión marciana. Las pirámides son consideradas obras de seres venidos de otro mundo que habrían trasmitido sus saberes a sacerdotes -hasta una otrora respetada y respetable facultad de Universidad, como la Escuela de Arquitectura de Barcelona, ha premiado tesis doctorales que defienden seriamente estas creencias-, pero la Atlántida griega no parece humana, por no mencionar a culturas precolombinas con la de los Maya. Los años sesenta y setenta fueron fecundos en establecer esas conexiones. Se ha comentado que estas afirmaciones denotan un espíritu colonialista, o incluso racista, puesto que sugieren que egipcios, mesopotámicos o mayas eran incapaces de construir grandes edificaciones bien orientadas con medios técnicos escasos, pero estas creencias también afectan culturas "arias" como la griega: ¡qué no se ha dicho de los Hiperbóreos (en cuyas gélidas regiones Apolo se refugiaba, abandonando el santuario de Delfos a Dionisos, cuando llegaban las primeras frías brisas invernales).

Así que los sumerios pertenecerían a una cultura superior, los Annunaki (nombre colectivo de divinidades) serían un pueblo elegido venido del espacio, y Enki, el dios mesopotámico de las técnicas artesanas y de la construcción, un sabio galáctico que habría escrito el Libro de Enki que contendría, como las pirámides de Egipto, todos los saberes pasados, presentes y futuros, así como el futuro de la humanidad.
El crédito otorgado a la interpretación escatológica del calendario maya no hace sino acentuar, en el siglo XXI, esta creencia en el carácter extraterrestre de las grandes culturas antiguas, que se habría fraguado, o se habría acentuado durante el secretismo de la guerra fría, en los años cincuenta. Internet no ha hecho más que popularizar estas creencias.

Se podrían descastar como manifestaciones de ignorancia o de la fe del carbonero; pero es posible que sean más reveladoras de lo que somos de lo que parece.
Todas las culturas antiguas atribuyeron el origen de una gran parte de su cultura a seres sobrenaturales: dioses, semi-dioses, héroes, humanos primordiales. Cuántas culturas no se habrán referido al nacimiento de gemelos sagrados, de niños nacidos de una virgen, en una cueva, o brotados de la tierra, capaces de iluminar, desde su aparición en la tierra, a la humanidad. Dioses o humanos antes que los humanos, fundadores de las tribus, los clanes, los linajes humanos, habrían descendido a la tierra para ordenar el mundo y habilitarlo para los seres humanos, a quienes encomendaban la dura tarea de mantener este espacio.  Se diría que los hombres, maravillados ante el poder de la técnica, y de la inventiva humana, retrotraían el origen a seres que, como buenos padres o pastores, se habrían preocupado por los humanos y los habrían educado; seres, naturalmente, anteriores a la humanidad y, quizá, a la propia tierra; seres que habrían engendrado el cosmos. La presencia y la actividad de dioses y héroes, habría proporcionado una explicación convincente o seductora a lo inexplicable, amén de ser una consecuencia de la innata capacidad fabuladora humana, de su "inventiva".  Serían la primera manifestación del don propio de los humanos: imaginarse la existencia de seres no humanos -creyendo, o no, en lo que se cuenta, siendo más o menos conscientes del carácter ficticio de lo contado. Un narrador de mitos es un maravilloso contador de cuentos, y un cuentista, sin que eso empañe su talento, la "verdad" de lo contado (relato que dice la verdad porque habla de lo que el ser humano es,  de lo que es capaz, capaz por ejemplo, de explicar lo que ha hecho,  de explicarse): necesitamos de los cuentos para evadirnos. Necesitamos creen en lo sobrenatural para ser plenamente humanos. Solo los animales, y los dioses, no creen en lo sobrenatural: los dioses porque no pueden creer en lo sobrenatural -lo sobrenatural es su medio natural-, y los animales porque solo quieren emular a los humanos, o porque son los primeros que se burlan de los humanos que creen en dioses.

Cabría preguntarse, entonces, si el recurso a los extraterrestres para explicar el origen de la o las culturas no sería sino una versión laica, o propia de culturas profanas, de los relatos míticos antiguos o tradicionales.  Creen en el origen extraterrestre de la cultura sería, así, cultural", una manifestación de la capacidad humana por sobreponerse a la naturaleza.

Pero por otro lado, manifiesta desconfianza en las capacidades humanas, lo que no deja de ser una visión descreída,  quizá lúcida, del pensar y del obrar humanos; rebajaría la creencia humana en su superioridad; manifestaría que el ser humano es consciente de su fugacidad, quizá del sinsentido de su vida: una reflexión, por otra parte, plenamente humana. Reflexionar sobre el sentido de lo que se hace o se ha hecho, meditar sobre las consecuencias del obrar, ¿acaso no es humano? Dioses y animales, nuevamente, no piensan ni meditan: actúan, a ciegas. De ahí que los humanos tengamos que actuar meditativamente a fin de corregir los errores, los excesos sobrenaturales.
Una pirámide, un zigurat no parecen humanos a causa de su aparente perfección: el humano, consciente de lo que es, y de lo que puede hacer, del daño que puede infringir, de los conflictos que causa, acepta con dificultad una obra que parece manifestar sensiblemente la noción de perfección, como la manifiestan una sonata de Bach, una pintura de Mondrian, un soneto de Shakespeare, o la afilada silueta de un cohete. Nos cuesta aceptar la "bondad" de esas obras porque sabemos cuánto daño podemos hacer, porque sabemos que somos demasiado humanos. No importa que estas obras sean el resultado de horas, de días o meses de esfuerzo, dudas y cálculos. Una vez presentadas, parecen mágicas, casi inexplicables, llegadas a buen término a pesar de tantos obstáculos. No importa tampoco que los egipcios fueran mediocres constructores, que los conocimientos astronómicos fueran aproximados -y, a menudo, irrelevantes-, que las obras surgieran del tanteo (y de la explotación), que el azar tuviera tanto que ver: una pirámide, que ha "vencido" al tiempo, es decir, que se ha sobrepuesto a la destrucción humana, parece de otro tiempo, otra "era": no parece humana.

La creencia en el carácter sobrenatural -marciano, interstelar, extraterrstre, heroico, divino, etc-. de las grandes obras del presente y del pasado  no hace sino manifestar la admiración ante la capacidad creativa humana, don, talento y esfuerzo tales que no parecen humanos porque somos conscientes que, al igual que los dioses, somos también -más o menos- capaces de destruir todo lo que obramos y a los que obran.    
Si las pirámides y los zigurats fueran obras extraterrestres no las admiraríamos ni reflexionaríamos ante o sobre ellas. Nos dejarían indiferentes. No podríamos prestarles atención, como no prestamos atención a las piedras del camino: nada tienen que ver con nosotros; nada nos dicen. Son mudas, no existen para nosotros. No "existen", no "son" nada.
Si los dioses no hubieran sido una invención o una creación nuestra -en la que nos vemos reflejados, como en todo lo que hacemos y decimos-, ¿acaso nos preocuparían?
Bienvenidas, pues, la creencia en el origen marciano de los sumerios: demuestra que son nuestros padres, y nosotros sus hijos que, como los hijos, ponen en duda todo lo que los padres han hecho. Hasta que los hijos nos ponen en nuestro lugar: hasta que, de aquí a miles de años, seamos extraterrestres para las generaciones venideras. Si vienen.
Sabían que los egipcios iluminaban el interior de las pirámides y otros monumentos con ayuda de bombillas? Eso al menos dicen Von Däniken o Javier Sierra. ¿Cómo lo saben? Por unos relieves donde se ven unos objetos que se parecen a nuestras bombillas. Así de simple. ¿Realmente se creen estos señores semejante chorrimemez? Diseñar, construir y utilizar industrialmente una bombilla exige entender lo que es la electricidad y ser capaces de generarla (algo nada trivial), conocer la existencia de los elementos químicos y cómo jugar con ellos (menos trivial aún), poseer una industria metalúrgica y del vidrio avanzada, una poderosa industria del vacío (y saber lo que es)…
Pero el misterio de misterios es lo tontos que eran los egipcios: semejante caudal de conocimientos sólo lo usaron ¡para construir bombillas incandescentes! ¡Y con el único fin de iluminar a los artistas en el interior de las pirámides! ¿Llevar la luz a casas y palacios? Vaya horterada. Eso sí, fueron unos hachas eliminando todo rastro: ni un papiro técnico, ni el más mínimo gramo de basura de esa brillante tecnología. Hasta volatilizaron las fábricas.
¿No sería que les ayudaron, digo yo? ¡Claro! Tenemos dos candidatos: extraterrestres o una civilización muy antigua y muy avanzada. Bien pensado, muy avanzada no podía estar: solo sabían hacer bombillas incandescentes, nada de fluorescentes o de bajo consumo.
Ciertamente la tecnología extraterrestre está sobrevalorada. Para el mencionado Sierra y para Stanton Friedman, un físico que ha dedicado su vida a perseguir ovnis, la invención del transistor (ese pequeño componente electrónico) fue posible gracias al estudio del platillo presuntamente estrellado en Nuevo México en julio de 1947. La prueba que esgrimen es de las que te hace caer de espaldas: porque el nacimiento oficial del transistor se produjo el 23 de diciembre, seis meses después del accidente cósmico.
Ya no hay científicos como los de antes: en medio año fueron capaces de entender la tecnología alienígena, adaptarla a las necesidades terrestres y probarla satisfactoriamente. Esto no lo superan ni los protagonistas de Stargate. Que los extraterrestres utilicen para viajar por el espacio transistores en lugar de microchips o componentes optoelectrónicos (¡qué menos!) ha cambiado mi forma de ver la tecnología: mañana me construyo una nave con el microondas.


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jueves, 25 de febrero de 2016

LOS DIOSES ANTIGUOS

Los dioses antiguos guardan una enormerelación extraterrestre, tomo como referencia un reciente hallazgo del entierro de un Rey en Guatemala en el que a pesar de no encontrarse restos humanos, si que se pudieron recuperar algunas figuras entre las cuales apareció una estatuilla con apariencia humana y cabeza de pájaro, el cual fue asignada por los arqueólogos como posiblemente un antiguo "Abuelo buitre".
El hallazgo del enterramiento en Guatemala del "Abuelo Buitre", son los restos arqueológicos descubiertos más antiguos de Mesoamérica, según determinaron los arqueólogos tras varios análisis de las cerámicas descubiertas y que después también fueron expuesta a la prueba de radiocarbono, situado a las reliquias entre el 700 A.C. y el 500 A.C., muy probablemente periodo de transición entre la antigua cultura Olmeca y la aparición de la civilización Maya.
Resulta curioso que la representación con cabeza de pájaro de la estatuilla denominada Abuelo Buitre, sea la representación más antigua de Mesoamérica de lo que podría ser un antiguo dios o rey venerado en la antigüedad en Mesoamérica. Se podría relacionar con toda claridad con el más antiguo de losdioses egipcios el denominado como dios RA con cuerpo humano y cabeza de Halcón. Claro que la representación de Ra es mucho más antigua que la estatuilla antigua de Guatemala.

estatuilla
Hallazgo de ceramica de enterramiento en Guatemala 700 a.c al 500 a.c.
Existen muchas teorías relacionadas a la apariencia de pájaro de algunos antiguos dioses, incluso al antiguo dios Ra el cual según las antiguas leyendas descifradas en los jeroglíficos citan su nacimiento del mar, lo que es representado como que RA salio del mar, es decir, nadie nace del mar a no ser que hubiera naufragado su barco, pero muchos relacionan que la salida del dios Ra del mar se debe a que la nave espacial en la que viajaba cayó al mar y el salió de este caminando. Después creó la civilización egipcia y toda su cultura, con sus conocimientos los humanos lograron un avanzado conocimiento de arquitectura y tecnología del cual todavía queda el legado de las pirámides, etc...
Volviendo a Mesoamérica, la estatuilla con cabeza de "Buitre", guarda relación con un antiguo dios que es como mínimo venerado en la época de transición de la más antigua cultura que se conoce en Mesoamérica, la cultura Olmeca, con la aparición de la civilización maya. También esta figurilla humana con cabeza de pájaro, podría pertenecer a la representacion de un todavía más antiguo dios conocido por la civilización Olmeca, algo que los arqueólogos responsables del hallazgo del entierro antiguo de Guatemala desconocen por el momento, pero podría ser así.
La cabeza de pájaro de un humano es la forma de representar en la antigüedad a un rey o dios que debería de tener poderes de pájaro, por lo que probablemente pudiera volar, por lo que existe una gran sospecha de que el el dios Ra fue un extraterrestre que vino a la Tierra por algún motivo u por accidente. Incluso la cabeza de pajaro de RA podría ser una escafandra como las que podrían llevar los pilotos actuales solo que con forma de pájaro.

dioses antiguos extraterrestres
Ra y su guardian Seth
No pretendo llegar a una conclusión definitiva de que los dioses antiguos guarden alguna relación extraterrestre, pues no existe tal conclusión cientifica, pero si muchas deducciones de algunos investigadores que claramente fueron desprestigiados por sus teorías descabelladas. La representación de estatuillas e imagenes de humanos con cabeza de animales es muy común en la antigüedad, pero por alguna extraña razón losdioses más antiguos de las culturas más antiguas de los diferentes periodos y lugares son representados con cabeza de pájaro.
Es uno de los Enigmas y Misterios más interesantes junto con las pirámides, entre otros misterios que también inquietan a muchos científicos, arqueólogos y ciudadanos interesados en saber ¿de donde venimos y a donde vamos?.

miércoles, 24 de febrero de 2016

El titular de la noticia, parece extraído de un periódico sensacionalista, al parecer, se ha encontrado el cuerpo de un extraño ser cuidadosamente embalsamado.
Según la fuente, se encontró en el interior de una antigua pirámide una criatura de entre 155 Cm aproximadamente, descubierta cerca de Lahun en una construcción piramidal de la doceava dinastía de Senusret II. La noticia no fue revelada inmediatamente “La momia tiene rasgos extraterrestres, su datación es de mas de 2000 años y se parece a un humanoide según fuentes del departamento de antigüedades egipcio, que ha proporcionado informaciones y fotografías del descubrimiento desde el mas absoluto anonimato.
El sitio donde ha aparecido dicha momia, tenía inscripciones que hablaban de su origen, aparentemente, este ser con ojos ovalados tiene aspecto reptil y fue nombrado consejero por el faraón asignándole el nombre de Osirunet, cuyo significado es “Estrella o Enviado del Cielo”, al parecer, el cuerpo fue enterrado con gran cuidado y respeto, acompañado de una serie de objetos que los gestores del museo no han podido identificar.
El descubridor de el hallazgo ha sido el Dr. Viktor Lubek, ciudadano checoslovaco y profesor jubilado de la Universidad de Pennsylvania, quién encontró la momia en una secreta ubicación cerca de la principal pirámide de Senusret II que contenía la reina del faraón, asimismo, encontraron restos de oro y arcilla cubriendo su cuerpo juntamente a restos de tela o ropa, la piel del extraño ser tiene un curioso aspecto.
En referencia a los objetos encontrados junto a esta criatura, son de apariencia sintética y de gran resistencia, siendo totalmente distintos a cualquier artefacto encontrado en tumba egipcia hasta la fecha.
El funcionario que secretamente ha desvelado estos datos, afirma que el gobierno tiene interés en mantener todo el asunto de manera sucinta sin desvelar los datos a la opinión pública.
Asimismo, afirma que los expertos que han tenido acceso a la momia afirma que no parece tener origen terrestre y que aparentemente era una especie de “alien”que aconsejaba al rey egipcio.
Desde Mundo Desconocido, mantenemos una cierta cautela al afirmar o desmentir que todo este asunto sea cierto o falso, os indicamos la fuente para que vosotros mismos evaluéis la noticia.

Restos momificados de presunto ET encontrados en Perú similares a la momia hallada en Egipto

martes, 23 de febrero de 2016

LOS DIOSES DE LA MITOLOGIA

Los teóricos del los antiguos astronautas conjeturan que tal vez, los dioses de las antiguas mitologías, en realidad fueron extraterrestres que los humanos de la antigüedad divinizaron. Esta teoría ha sido rechazada por los historiadores argumentando que es absurda y no hay pruebas, en lo último tienen razón; sin embargo no es un argumento suficiente para refutarla, ya que “No porque no se pueda comprobar, significa que no pudiera ser cierto”.

Aquí vamos a intentar llevar un procedimiento inverso, no se trata de demostrarlo, sino considerar que tan factible pudiera ser, y en ese aspecto es muy, muy factible:

Ante la inmensidad de estrellas que existe en el Universo, considerar que en otros planetas se hayan podido desarrollar la vida y formar otras civilizaciones inteligentes no tiene nada de descabellado.

Nuestro sistema solar es relativamente reciente, que algunas de esas civilizaciones alienígenas pudieran ser mucho más antiguas (y como tal mucho más desarrolladas que la nuestra) no tiene nada de fantasioso.
Si consideramos entonces la idea que seres muy avanzados pudieron haber hecho contacto con la humanidad en el pasado.

¿Cómo hubieran reaccionado los antiguos humanos a su presencia?

Siguiendo con la hipótesis, lo más probable es que estos seres avanzados habrían llegado utilizando una tecnología que para nosotros nos parecería muy sofisticada, y para nuestros ancestros que ignoraban incluso lo que es una maquina mecánica, les ha de haber parecido sobrehumana, de ahí que tiene coherencia suponer que los hayan considerado dioses ya que era la única forma como podían explicar lo que estaban presenciando.
Con el tiempo las personas que contaban las historias les fueron añadiendo relatos imaginarios para atraer más al público y de ahí surgieron las antiguas mitologías.

Como ven tiene mucha lógica.

Para apoyar esa hipótesis se ha buscado testimonios en los relatos mitológicos y se han encontrado.

¿Cómo es posible que existan deidades tan parecidas en culturas completamente diferentes alrededor del mundo? 

Se puede explicar en parte por la aceptación de creencias que se daba entre los pueblos de la antigüedad, pero incluso vemos esas similitudes en el continente Americano el cual oficialmente no tuvo más contacto con los otros continentes desde que terminó la última era de hielo inundando el estrecho de Bering hace unos ¡diez mil años!
Es poco probable que sea pura coincidencia y más posible que exista un origen común.
 

Transportes de los dioses

Por ejemplo un avión con propulsión a reacción deja en el cielo una estela blanca.


Si los extraterrestres hubieran viajado en aeronaves de ese tipo, nuestros antepasados lo hubieran interpretado como que la divinidad bajó del cielo en 'algo' muy alargado, lo cual encontramos en varias leyendas:
  • el dios mesoamericano Quetzalcóatl descendió en una serpiente emplumada (de ahí su nombre), 
  • el dios chino Huang Di similarmente descendió del cielo en un dragón, el cual en oriente es alargado como una serpiente, 
  • el dios greco-romano Apolo surcaba los cielos en un carruaje de fuego, 
  • los dioses hindúes también viajaban por los cielos en carruajes a veces descritos “sin animales que los jalaran”.

lunes, 22 de febrero de 2016

TRES PIRAMIDES DESCUBIERTAS EN LA ANTARTIDA

Tres pirámides antiguas fueron descubiertas en la Antártida por un equipo de científicos estadounidenses y europeos.

Dos de las pirámides se encuentran a 16 kilómetros tierra adentro, mientras que la tercera está muy cerca de la costa.

Los primeros informes sobre las pirámides aparecieron en los medios de comunicación occidentales el año pasado. Unas cuantas fotos se publicaron en algunos sitios web con comentarios acerca de que las extrañas estructuras probarían que el continente fue en eras prehistóricas lo suficientemente cálido como para haber albergado una antigua y desconocida civilización.


 Imagen aérea tomada a través del hielo del Polo Sur que parece mostrar dos o posiblemente tres pirámides en una fila en similar formación a las pirámides de Giza.


 


Hasta el momento se conoce poco acerca de las pirámides y el equipo sigue manteniendo silencio sobre el increíble descubrimiento. La única información fiable proporcionada por los científicos es que planeaban una expedición a las pirámides para investigar más a fondo y determinar a ciencia cierta si las estructuras eran artificiales o naturales.



No se ofrecieron detalles sobre la expedición.

En caso de que los investigadores prueben que las pirámides son estructuras hechas por el hombre,
el descubrimiento podría desencadenar la mayor revisión de la historia de la humanidad jamás efectuada.

Miembros de la expedición tratando de acercarse a la pirámide.

 
La imagen muestra una estructura piramidal rodeada de hielo justo en el centro de la foto, en la costa. Imagen: Integrated Ocean Drilling Program



Mientras tanto, una serie de extraños pero interesantes descubrimientos se han llevado a cabo últimamente en la Antártida. En 2009 los científicos del clima encontraron allí partículas de polen, lo que permite afirmar que los árboles de palma una vez crecieron en la Antártida y las temperaturas de verano alcanzaron los 21ºC. Tres años más tarde, en 2012, los científicos del Instituto de Investigación del Desierto de Nevada identificaron 32 especies de bacterias en muestras de aguas del Lago Vida en la Antártida oriental.
Una posible civilización que la historia oficial no tomó en cuenta...

¿Es posible que la Antártida fuera lo suficientemente caliente en el pasado reciente como para tener una civilización antigua viviendo allí? Y aún más sorprendente es la cuestión de que si una cultura avanzada se desarrolló allí ¿Existirán algunas estructuras restantes que todavía estén enterradas debajo del hielo?

Los estudiosos y egiptólogos han sospechado durante mucho tiempo que la esfinge es mucho más antigua de lo estimado, posiblemente tiene más de 10.000 años de antigüedad.
Los científicos descubrieron que la evidencia de la erosión del agua sobre la antigua estatua, siendo la mayor del mundo, cuenta una historia de cambio climático desde una selva lluviosa evolucionando hasta el calor del desierto en unos pocos miles de años.
Si el clima en Egipto ha cambiado tan rápidamente, ¿Es igualmente posible que el clima antártico también haya cambiado drásticamente en el mismo tiempo?
De acuerdo con la teoría de la correlación de Robert Bauval y Adrian Gilbert, la construcción de las pirámides de Giza habría tenido lugar en un período anterior a los 10,500 a 12,500 años BC, motivando esta retroactividad con la correlación entre la ubicación de las tres principales pirámides de la necrópolis de Giza y las tres estrellas de la constelación de Orión, y asumiendo que esta correlación fue intencionalmente creada por personas que construyeron las pirámides






            Las pirámides de Giza y las tres estrellas de la constelación de Orión

Esta referencia a la fecha de hace 12.500 años es significativa para Hancock, ya que la posición de las
pirámides indica el momento preciso en que una anterior civilización avanzada ha visto su ocaso debido a un cataclismo global.

En su libro Las Huellas de los Dioses, Graham Hancock ha encontrado multitud de pistas que llevan todas hacia un mismo punto preciso.

Según Hancock, las pirámides fueron construidas en todas las culturas del planeta y sus monumentos contienen configuraciones astronómicas más o menos evidentes.

 

A partir de antiguos testimonios de numerosas poblaciones — la gran esfinge de Egipto, los misteriosos templos de Tiahuanaco, las gigantes líneas de Nazca de Perú, las pirámides masivas del Sol y la Luna de México — y al ponerlos en comparación con los mitos y leyendas universales, con el estudio de los mapas que datan de tiempos antiguos, el erudito sugiere la existencia de un pueblo con una inteligencia superior y en posesión de tecnologías sofisticadas y un conocimiento científico detallado, cuya “huella” indica, sin embargo, que fueron exterminados por completo por un desastre de enormes proporciones.

Cada cultura ha adorado a sus reyes como dioses. Sus religiones iban siempre dirigidas a la búsqueda de la inmortalidad del alma y sus sacerdotes eran los astrónomos, con un conocimiento anticipatorio de los movimientos celestes. La serpiente-reptil es una figura simbólica presente en todas las culturas y es considerada sagrado.

Esta gran unidad cultural, según Hancock, sugiere que la civilización humana no nació de repente de la nada, sino que fue “ayudada” por alguien con conocimientos tecnológicos y culturales enormemente avanzados.

La evidencia que apoya esta teoría es la expansión de la agricultura.
Resulta que la agricultura nace simultáneamente en al menos seis zonas del mundo sin ninguna relación aparente entre ellos: Centro y Sur América, la Media Luna Fértil, África Central, China Oriental y el Sudeste Asiático.

EN CONCLUSION :

Si miramos los alarmantes informes del calentamiento global que advierten que tanto las regiones del Ártico y la Antártida se están derritiendo, ello puede traernos una consecuencia inesperada.

Muchos de nosotros podríamos vivir para ver el día en que estará expuesto todo el continente de la Antártida, al igual que todas las edificaciones antiguas que alguna vez existieron allí.
Si se encuentra una pirámide gigante va a cambiar la forma de pensar del mundo para siempre. Aun no hemos logrado repetir la construcción de las grandes pirámides. Nosotros simplemente no tenemos la tecnología necesaria.